TRIBUNA ABIERTA
Por una niñez mejor protegida
Editorial de El Peruano
La adecuada y oportuna atención en educación, nutrición, salud y seguridad a nuestra población infantil es la mejor inversión que puede realizar la sociedad para asegurar el futuro de la nación.
Hasta hace poco, en el Perú existía un gran vacío legal que afectaba a nuestros niños y adolescentes. Por un lado, la Constitución del Estado y todo el marco jurídico vigente establecía que los peruanos tenemos pleno derecho a un nombre, a la identidad, como condición indispensable para hacer prevalecer nuestros derechos y también para cumplir con nuestros deberes de ciudadanos.
En la práctica, sin embargo, se disponía que el Documento Nacional de Identidad (DNI) solo sea otorgado a los ciudadanos a partir de los 18 años de edad, lo cual implicaba una serie de desventajas para los menores de edad.
La política de justicia social impulsada por el actual gobierno permitió detectar una serie de deficiencias en los sectores de Educación, Salud, en el campo de la seguridad ciudadana y en la aplicación de los programas sociales, que afectaba, precisamente, a nuestros niños y adolescentes, en especial en las áreas más pobres del campo y la ciudad.
En junio pasado, el Gobierno autorizó la entrega gratuita del DNI a menores de 14 años de edad, para fortalecer el acceso y el seguimiento estricto de las acciones efectuadas por el Estado a favor de la población de menores recursos en materia de servicios de salud, educación y otras de carácter social.
Ayer, luego de recibir un pormenorizado informe del Reniec, durante la sesión del Consejo de Ministros, el presidente de las República, Alan García Pérez, informó al país que la entrega gratuita de DNI a menores de edad pasó de 554 mil 499 en 2006 a 7 millones 193 mil en 2010, y dijo que el próximo año el total de los menores de 0 a 14 años podría contar con ese documento.
Sin duda, es una buena noticia porque en adelante el Estado podrá aplicar con mayor eficacia sus políticas a favor de las nuevas generaciones.
En Educación, una de las ventajas será que se podrá agilizar los trámites de matrículas, que serían automáticas.
Asimismo, se podrá focalizar y controlar mejor la ejecución de los programas sociales, identificando inequívocamente a los beneficiarios.
En Salud, este documento constituirá el requisito único para el aseguramiento universal; además, ese sector proyecta digitalizar toda la información, a partir del DNI, a fin de garantizar la atención del menor en cualquier nosocomio del sistema de salud nacional.
La protección y seguridad del niño y del adolescente también será más efectiva por parte de las autoridades y representantes del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social y de la Policía Nacional
Editorial de El Peruano
La adecuada y oportuna atención en educación, nutrición, salud y seguridad a nuestra población infantil es la mejor inversión que puede realizar la sociedad para asegurar el futuro de la nación.
Hasta hace poco, en el Perú existía un gran vacío legal que afectaba a nuestros niños y adolescentes. Por un lado, la Constitución del Estado y todo el marco jurídico vigente establecía que los peruanos tenemos pleno derecho a un nombre, a la identidad, como condición indispensable para hacer prevalecer nuestros derechos y también para cumplir con nuestros deberes de ciudadanos.
En la práctica, sin embargo, se disponía que el Documento Nacional de Identidad (DNI) solo sea otorgado a los ciudadanos a partir de los 18 años de edad, lo cual implicaba una serie de desventajas para los menores de edad.
La política de justicia social impulsada por el actual gobierno permitió detectar una serie de deficiencias en los sectores de Educación, Salud, en el campo de la seguridad ciudadana y en la aplicación de los programas sociales, que afectaba, precisamente, a nuestros niños y adolescentes, en especial en las áreas más pobres del campo y la ciudad.
En junio pasado, el Gobierno autorizó la entrega gratuita del DNI a menores de 14 años de edad, para fortalecer el acceso y el seguimiento estricto de las acciones efectuadas por el Estado a favor de la población de menores recursos en materia de servicios de salud, educación y otras de carácter social.
Ayer, luego de recibir un pormenorizado informe del Reniec, durante la sesión del Consejo de Ministros, el presidente de las República, Alan García Pérez, informó al país que la entrega gratuita de DNI a menores de edad pasó de 554 mil 499 en 2006 a 7 millones 193 mil en 2010, y dijo que el próximo año el total de los menores de 0 a 14 años podría contar con ese documento.
Sin duda, es una buena noticia porque en adelante el Estado podrá aplicar con mayor eficacia sus políticas a favor de las nuevas generaciones.
En Educación, una de las ventajas será que se podrá agilizar los trámites de matrículas, que serían automáticas.
Asimismo, se podrá focalizar y controlar mejor la ejecución de los programas sociales, identificando inequívocamente a los beneficiarios.
En Salud, este documento constituirá el requisito único para el aseguramiento universal; además, ese sector proyecta digitalizar toda la información, a partir del DNI, a fin de garantizar la atención del menor en cualquier nosocomio del sistema de salud nacional.
La protección y seguridad del niño y del adolescente también será más efectiva por parte de las autoridades y representantes del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social y de la Policía Nacional
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