viernes, 19 de noviembre de 2010

Faltan manos, sobran engaños
Por Fritz Du Bois
Publicado en Perú 21

La escasez de mano de obra calificada, especialmente en la construcción, es un nuevo cuello de botella que se está formando debido al fuerte crecimiento del que disfrutamos, pero el cual también transparenta brechas y genera grietas en una economía que todavía sufre de muchas deficiencias.

Es evidente que la mala calidad de la educación pública durante los últimos 30 años ha limitado las posibilidades de poder capacitarse a millones de peruanos. Asimismo, con pocas excepciones, la educación superior parece estar de espaldas al mercado. Se continúa ofreciendo un exceso de plazas en profesiones 'prestigiosas’, muchas de las cuales ya están saturadas y que lo único que logran es dotarnos de taxistas ilustrados. Mientras que muchas carreras técnicas son dejadas de lado.

Como consecuencia, pese a tener al 50 por ciento de la población subempleada, anualmente se quedan sin cubrir miles de plazas muy bien remuneradas para técnicos especializados.

Más aun, el hecho de que la mitad de las empresas declare tener dificultad para encontrar personal adecuado es una señal de alerta para las autoridades quienes deberían, con carácter de urgencia, ver la forma de ampliar la oferta educativa y de flexibilizar la legislación laboral para tratar lo antes posible de cubrir esa brecha antes de que se convierta en un obstáculo para seguir logrando un crecimiento alto.

Pero, lamentablemente, nuestros políticos, en lugar de mirar hacia el futuro y pensar en positivo, están siempre cayendo en el populismo. Ahora quieren eliminar el régimen laboral de la exportación no tradicional poniendo en riesgo 300 mil empleos, engañando a los trabajadores diciéndoles que mejorarán sus condiciones cuando lo que van a lograr, en realidad, al aumentar los costos, es sacar al producto peruano del mercado y con ello los dejarán desempleados.

Lo más absurdo de la propuesta es que fue elaborada por las recomendaciones de una central obrera de Navarra, cuando en su país la crisis y los sindicatos han llevado al 20 % de la población a estar desempleada, así que no tienen nada que enseñarnos.

Incluso considerando que compiten con las exportaciones peruanas de textiles y de espárragos, uno se pregunta si no será una estrategia para crear puestos de trabajo en España al dejar nosotros desabastecidos los mercados. Parece que después de 500 años aún nos siguen ofreciendo espejitos para engañarnos.

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