viernes, 17 de septiembre de 2010

TRIBUNA ABIERTA

Educar desde la desigualdad para la desigualdad
Entrevista a Eduardo Galeano: “Patas arriba: la escuela del mundo al revés”
Publicado en los Andes

“Día tras día, se niega a los niños el derecho de ser niños. Los hechos, que se burlan de ese derecho, imparten sus enseñanzas en la vida cotidiana. El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero, para que se acostumbren a actuar como el dinero actúa. El mundo trata a los niños pobres como si fueran basura, para que se conviertan en basura. Y a los del medio, a los niños que no son ricos ni pobres, los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano acepten, como destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte tienen los niños que consiguen ser niños”

Es evidente, en la educación mundial, latinoamericana y particularmente la peruana sus soportes básicos están fundadas sobre un viejo y conocido axioma: se educa desde la desigualdad para la desigualdad. Las víctimas son los miles y miles de niños y jóvenes que concurren a los diferentes niveles de los sistemas educativos en situación de pobreza y extrema pobreza y a expensas de una compensación social que generalmente viene etiquetada bajo la mascaran de la compasión. Hoy existe la plena certeza de que la educación fue una empresa mal concebida desde el comienzo.

Las mentiras que hacen crecer la nariz de pinocho en la educación mundial es el concepto de una “educación con equidad” si tomamos en cuenta las posturas del Banco Mundial que no sabe como pagar una educación básica de nueve años para 200 millones de jóvenes latinoamericanos quienes al salir de la escuela, ingresan al sector de los empleos precarios o al ejercito de los desempleados.

Cómo entender el concepto de equidad, si cada peruano que viene al mundo, nace debiendo 12l6 dólares al Fondo Monetario Internacional y el estado peruano está más preocupado en pagar la deuda que realizar más gasto social en beneficio de los peruanos. Es cierto, al Banco Mundial sólo le interesa la educación de una minoría del 30 al 40% de la población económicamente activa. El problema de Banco mundial consiste precisamente en idear instrumentos que permitan institucionalizar este tipo de sistema educativo dicotómico que por una parte, proporcione el “capital humano” indispensable para las necesidades laborales del capital global y, por otra, afecte lo menos posible sus ganancias, es decir, tenga un alto coeficiente de costo – beneficio.

Educar desde la desigualdad para ¿profundizar la desigualdad? Es la consigna que parece tener las políticas educativas de América Latina. O al menos ese él es espíritu de un estudio realizado por José Luis Coraggio y Rosa María Torres, “La educación según el Banco Mundial: un análisis de sus propuestas y métodos” donde nos explica sobre las desiguales preferencias del Banco Mundial con los países denominados “pobres”. Otro tanto cumple la CEPAL con el papel de lúcido vehículo para el “ajuste”, que radica en adaptar la dinámica interna de las economías latinoamericanas a las posibilidades que ofrece el sistema mundial. Es decir, ajustar las políticas internas a las demandas inmanentes de la ley del Valor internacional y, con ello, a la “racionalidad” del sistema de precios mundiales que le otorga forma concreta a los requerimientos de la reproducción del capital global.

Los informes mundiales sobre el Desarrollo Humano, la Educación, el informe Delors, y otros; no hacen sino corroborar de que la brecha se viene abriendo más entre los que tienen acceso al sistema y los excluidos.

¿Qué hace el Banco Mundial con las reformas educativas?

Si revisamos las reformas que se vienen implementando en los países latinoamericanos, nos daremos cuenta que por ejemplo la reforma boliviana a consignado dentro de sus objetivos: el incremento de la cobertura, mejorar la calidad y asegurar una mayor equidad en la educación con ejes de interculturalidad y desarrollo rural. En Honduras, se busca elevar la calidad, juntamente con la equidad y la universalización de la educación secundaria. En Costa Rica, existe el famoso programa EDU – 2005 cuyos ejes son la capacitación, la renovación de programas, entre otros. En Guatemala, se optó por la descentralización pedagógica y administrativa, una educación de mayor cobertura, equidad y eficiencia. En Chile se optó por mejorar la calidad del proceso educativo, la equidad, capacitación, mejoramiento de la infraestructura educativa entre otros. En México se viene implementado una educación universal y de calidad. En Brasil se flexibiliza la enseñanza y en Venezuela se busca alcanzar la calidad, eficiencia en la gestión y el mejor uso de los recursos, procurando equidad social. Finalmente en el Perú, se busca una educación de calidad y con equidad entre otros aspectos muy conocidos por nosotros. Sin embargo, las coincidencias son casi generales: se buscan mejorar la cobertura, la calidad, la equidad del sistema, la descentralización y capacitación, así como el mejoramiento de la infraestructura. Sin embargo, todas estas líneas políticas responden al libreto del Banco Mundial.

Rosa María Torres en su estudio “¿Mejorar la calidad de la educación básica? Las estrategias del Banco Mundial” sostiene que las reformas educativas no funcionan porque se ignora el potencial de los profesores como los verdaderos agentes del cambio. Las reformas de moda en los países en desarrollo, inspiradas y lideradas por el Banco Mundial, asumen como criterio para las inversiones los enfoques de costo – beneficio, masificación y corto plazo. Consideran la efectividad de un profesor bajo el modelo industrial de insumo – producto, cuyos resultados se miden a través de pruebas de Matemáticas y Lenguaje. Aíslan los factores de insumo, y llegan a considerar que en educación mejores resultados dan repartir textos escolares o capacitaciones breves a miles de profesores, que invertir en revalorar al docente tal como lo corrobora Trahtemberg.

Razones de los cambios educativos según el Banco Mundial.

Existen por lo menos 04 razones para la implementación de nuevos modelos educativos que han elevado a la educación como un factor esencial para el desarrollo y crecimiento para el Banco Mundial según el análisis de Heinz Dieterich:

1. Los cambios en los modelos económicos convierten la equidad y la educación en factores determinantes de éxito de la producción y la competitividad internacional; esto genera un nuevo énfasis en la necesidad e invertir en conocimientos (educación, capacitación, ciencia y tecnología).
2. “La gradual estabilización de la situación económica y la democratización política” que facilita realizar transformaciones educativas y tiende a generar “un mayor financiamiento y descentralización de la gestión de la educación”.
3. La mayor interacción internacional que “provoca la apertura de mercados que lleva a diversificar y especializar la producción y a crear empresas en nuevas localidades a fin de competir con ventaja en otros mercados internacionales; esto implica aceptar lo diverso y favorecer la educación bilingüe e interculturalidad”
4. “Los procesos de integración regional y la internacionalización de los sistemas de comunicación.

Las nuevas desigualdades educativas.

Son muy difundidas las ideas de nuestro arribo a la sociedad informacional y el conocimiento y la caracterización de las mismas como producto del impacto combinado de una revolución tecnológica basada en las tecnologías de la información / comunicación, la formación de la economía global y un proceso de cambio cultural cuyas principales manifestaciones son la transformación del rol de las mujeres en la sociedad y el aumento del desarrollo de una conciencia ecológica. En este contexto, existen teorías que han tratado de explicar las tensiones básicas del cambio estructural que experimentamos. Todas las teorías están de acuerdo en la centralidad de la generación de conocimiento y procesamiento de la información como las bases de la nueva revolución socio-técnica, igual que la revolución tecnológico social basada en la producción y uso de energía constituyó la base de la aparición de la sociedad industrial. Sin embargo, esta constatación en el panorama nacional, regional y local produce nuevas desigualdades educativas, las que han sido muy bien sistematizadas por Ramón Flecha.
Son tres las características que destaca Flecha como evidencias de la sociedad dual de la información. Uno de los aspectos es el tránsito de los recursos materiales a los intelectuales. El procesamiento de la información es el factor esencial y determinante en el conjunto de áreas de nuestra vida social. Aunque se sostenga que el procesamiento de la información conduce a la democratización porque “todos tienen una cabeza para pensar” no todos tenemos una igualdad de condiciones y de acceso a la información. El segundo aspecto es la dualización social, la educación hoy en día se viene convirtiendo en el criterio más importante de discriminación social, económica, cultural, etc. Y esto agudiza más las viejas desigualdades educativas. Finalmente, para el catedrático de la Universidad de Barcelona, la disolución de los valores solidarios constituye un tercer aspecto importante que genera desigualdad con la consiguiente constatación de un cálculo cerrado de la desigualdad cultural, la distinción de un poder simbólico, el seguimiento de la magia del status entre otros.

La escuela promotora de desigualdad social

Tenemos una escuela que es el espacio más importante donde se genera la desigualdad. Si tomamos en consideración la gestión pedagógica nos daremos cuenta que practicamos una evidente concepción de la desigualdad. Desde el momento que realizamos la separación de los aprobados y los desaprobados, es decir, los eficientes y ineficientes con un criterio cuantitativo generamos desigualdad. Muchas veces la práctica autoritaria, impositiva del profesor es un verdadero atentado a la democracia escolar, las formas de disciplina que son copia y calco de la vida militar no son buenos indicadores para una buena educación. Existe la necesidad de reorientar estas formas de exclusión escolar que es un tema importante en la agenda de los especialistas en Educación. Con ese mismo criterio nace el estudio de José Rivero “Educación y exclusión en América latina” que es el más importante y voluminoso texto peruano sobre el tema de la exclusión como consecuencia de la desigualdad educativa.
Para terminar, en América Latina, los niños y los adolescentes suman casi la mitad de la población total. La mitad de esa mitad vive en la miseria. Sobrevivientes: -como dice Galeano- en América Latina mueren cien niños cada hora, por hambre o por enfermedad curable, pero hay cada vez más niños pobres en la calle y en los campos de esta región que fabrica pobres y prohíbe la pobreza. Niños son, en su mayoría, los pobres; y pobres son, en su mayoría, los niños. Y entre todos los rehenes del sistema, ellos son los que peor la pasan. La sociedad los exprime, los vigila, los castiga, a veces los mata: casi nunca los escucha, jamás los comprende.

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