TRIBUNA ABIERTA
La educación popular
Por Sigfredo Chiroque
Publicado en Blog
Por Sigfredo Chiroque
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En el desarrollo de los Pueblos, también los símbolos son importantes. Celebramos el aniversario de nuestro nacimiento, el cumpleaños de nuestra madre, etc. Por eso y con criterio comercial, la sociedad contemporánea usa y abusa de esa necesidad simbólica para celebrar “días” de todo (del enamorado, de la madre, del padre, etc.etc.).
Quisiéramos reflexionar sobre el “Día de la Educación Popular” en el Perú, desde este 20 de abril. Inicialmente establecer algunos rasgos de la festejada y después señalar brevemente por qué el festejo del 20 de abril.
ANTECEDENTES
La Historia de la Educación nos recuerda que la práctica intencional de enseñar y de aprender fue inicialmente privilegio de élites de la sociedad. Paulatinamente se fue tomando conciencia que toda persona debería educarse para poder tener desempeños productivos, culturales y sociales, requeridos por el desarrollo del grupo social y clase de pertenencia.
La educación surgió como una intencional práctica social de enseñar y de aprender. Nació con un valor de uso en la práctica social, que no era sino formar para requeridos desempeños. Cuando la sociedad adquirió la conciencia de que sus integrantes eran “ciudadanos”, la educación se convirtió en la dimensión formativa de todo ciudadano: “Enseñar a través de todas las cosas, a todos los hombres” señalaba Convenio por el año 1630 . Con el surgimiento de los Estados-Naciones aparece –en los siglos XVII-XIX- la escuela pública y laica donde las mujeres también tuvieron que batallar para ser incluidas. El Estado se hacía carga de la educación básica y ya no las iglesias. Este movimiento genéricamente también se le denominó de educación popular. Durante el siglo XIX en el Perú tuvo presencia.
El movimiento anarquista de los trabajadores –fines del siglo XIX e inicios del siglo XX- desarrolla la conciencia ciudadana y, con ella, se da cuenta que debe reclamar masivamente el derecho a la educación pública; pero al mismo tiempo tener capacidad de decidir sobre lo que se debe enseñar y aprender. Dentro de este espíritu, el movimiento obrero en el Perú por los años de 1910-25 reclamaba: 8 horas de trabajo + 8 horas de educación + 8 horas de descanso. Y nuestro Amauta José Carlos Mariátegui, siguiendo las Conclusiones de la Internacional Sindical Roja (Moscú, 1921), estableció en los Estatutos de la CGTP que en todo sindicato debería existir un “círculo de autoeducación obrero”, pues así se garantizaba que la clase trabajadora organizada tuviese capacidad de decisión sobre su propio proceso formativo.
Lo que acabamos de señalar significó un tránsito importante en la forma de entender la educación popular. De una visión meramente cuantitativa y de cobertura de “educación para el pueblo”, se pasó al de “Poder del mismo Pueblo organizado, respecto a la intencionalidad de sus propias prácticas formativas”
En adelante la Educación Popular puso el acento en los objetivos populares históricamente determinados, aunque algunos la quisieron reducir a un simple uso de métodos y técnicas activas.
De 1930 al 1970, el desarrollo del movimiento popular, dentro y fuera del país, fue tomando la conciencia de que muchos de los problemas cotidianos del Pueblo tenían que ver con el sistema socio-económico-político vigente. Se establecieron, entonces, dos tipos de problemas: (a) los inmediatos y directos y (b) el problema de fondo, en el modelo de sociedad imperante.
En este marco, la Educación Popular se postuló en referencia a “objetivos estratégicos” (el cambio de modelo de sociedad) y “objetivos inmediatos” (atención a reivindicaciones directas y específicas) de los sectores populares.
EDUCACIÓN POPULAR
En la segunda mitad del siglo XX se fue consolidando el denominado movimiento de humanismo también cristiano (Maritain, Mounier). El humanismo no solamente preconiza el “desarrollo de la condición humana”, sino que los humanos son “sujetos” de su propia transformación. Nace una crítica profunda sobre diversas formas deshumanizantes (pobreza, desempleo, vivienda precaria, etc.) y sobre los modelos de sociedad que están detrás. En América Latina y el Perú esta corriente cristiana tiene que ver con: el Concilio Vaticano II; las Conferencias Episcopales Latinoamericanas de Puebla (México), Medellín (Colombia) y Aparecida (Brasil); y la Teleología de la Liberación.
El brasileño Paulo Freire siendo abogado se hizo educador. Él es el gran intérprete latinoamericano de todo el movimiento antecedente de la Educación Popular, en las décadas del 70, 80 y 90. Sistematiza como nadie el trabajo formativo para que todo hombre y mujer sean capaces de participar –de manera consciente y organizadamente- en la gesta de crear mejores condiciones de vida, en un modelo de sociedad alterno al capitalismo y al neoliberalismo actual. En realidad, Freire resume el humanismo marxista y el humanismo cristiano y señala la urgencia de que toda práctica formativa de un grupo deba hacerse con la participación del grupo y en la búsqueda de sus objetivos inmediatos y estratégicos. Paulo Freire es el educador popular latinoamericano por excelencia.
De los diversos avances y precisiones de la Educación Popular en América Latina, destacamos cuatro:
En Educación Popular, el desarrollo de la condición humana es gravitante; pero los humanos somos social, cultural e históricamente determinados. Lo humano debe considerarse no sólo como un concepto universal, sino como una realidad con rasgos peculiares de tiempo y espacio. Toda práctica formativa debe ser decidida por el grupo, de acuerdo a sus rasgos socio-culturales y en función a los propósitos establecidos por ellos mismos
La Educación Popular aporta en función de los objetivos inmediatos y estratégicos de los sectores populares. No solamente se interesa por cuestiones cotidianas y de necesidades de sobrevivencia de los sectores populares, sino y fundamentalmente apuesta por el cambio de sociedad; de allí que es necesariamente política. No basta que la práctica educativa llegue a todos y que tenga calidad y aún equidad. Es importante de que tenga una pertinencia histórica. Es decir que la enseñanza y el aprendizaje apuntes hacia objetivos inmediatos inmediatos y estratégicos de nuestro Pueblo.
El aporte de la Educación Popular para lograr los objetivos inmediatos y estratégicos se da en la medida que toda práctica educativa (en EP) se orientan a mejorar el nivel de MOVILIZACIÓN-CONCIENCIA-ORGANIZACIÓN de los sectores populares para conseguir sus OBJETIVOS INMEDIATOS Y ESTRATÉGICOS. Solamente de esta manera, la práctica educativa servirá -con criterio estratégico- a mejorar la condición humana.
También en las instituciones educativas formales, los maestros comprometidos pueden hacer que los aprendizajes que promueven con los educandos se orienten al desarrollo de la Movilización-Conciencia-Organización para lograr los objetivos inmediatos y estratégicos de nuestro Pueblo. Por eso, hablamos de Educación Popular dentro y fuera del aula.
NUEVO CONTEXTO
Durante el siglo XX en el Perú, el modelo capitalista se afianzó en el Perú. Con la radicalización neoliberal en nuestra sociedad, también se acentuó el desarrollo desigual. La práctica educativa fue perdiendo paulatinamente su valor de uso. Es decir, los estudios ya no se relacionan de manera directa con los desempeños requeridos en la sociedad y el trabajo. Junto con el desarrollo del modelo capitalista, la práctica educativa fue adquiriendo más bien un "valor de cambio". Se estudia “para tener un empleo”. El “empleo” pasó a ser una categoría de intermediación entre “educación-trabajo”. Ya no se da un nexo directo "educación-trabajo". La fórmula "educación-empleo-trabajo" se impone.
El tránsito hacia la fórmula “educación-empleo-trabajo” todavía no culmina en el Perú. Supone que se estudia para obtener un empleo y trabajar; pero no es así. Actualmente se estudia simplemente para postular a un “empleo”. Se estudia para hacer “méritos” y poder presentar los papeles que demanda el mercado de trabajo. La educación del modelo hegemónico postula la educación como uno de los rasgos de la “meritocracia”.
Al final de la primera década del siglo XXI, la Educación Popular no solamente debe contextualizarse en términos de modelo de sociedad, sino también de modelo de educación.
DÍA DE LA EDUCACIÓN POPULAR
A lo largo y ancho del país, hay miles de maestros y maestros comprometidos que practican la Educación Popular en los términos señalados. También hay otros profesionales que realizan prácticas educativo-populares fuera de la escuela. Hay núcleos de maestros organizados con este enfoque, por ejemplo, los “Círculos de Autoeducación Docente” (CADs), los “Equipos Docentes”, los amigos de “Fe y Alegría”, etc. Los Esfuerzos de articulación de estos grupos todavía no han dado los resultados deseados, pero importa avanzar.
Existe la necesidad de tener un momento de reflexión: Un Día para debatir sobre el sentido y vigencia de la Educación Popular dentro y fuera de la escuela.
El 20 de abril del 2009 falleció la profesora piurana Luz Gallo Torres. Se trata de una destacada docente, no solamente por su nivel académico-profesional, sino por su coherencia como dirigente sindical del SIDESP-Piura; y, sobre todo, por el impulso que dio a la educación popular. Se trata, sin duda, de una de las mejores exponentes de la Educación Popular en el Perú. Por ello, la RED de CADs de Piura y de otros lugares del país no dudó en declarar el 20 de abril, como Día de la Educación Popular en el Perú.
Claro está que hay otras personas que también son símbolos en educación popular. Por ejemplo, tenemos al entrañable amigo Julio Fernández que laboró en “Tarea”, o la ejemplar maestra Fanny Abanto de Equipos Docentes y tantos otros y otras que deben ser reconocidos. Importa recuperar su testimonio y también crear “símbolos” referidos a una opción popular, también en el campo educativo.
A propósito de esta fecha podemos individual y/o grupalmente responder a las siguientes cuestiones:
• ¿Cuáles son los objetivos estratégicos e inmediatos de la población donde trabajo?
• ¿De qué manera mi práctica educativa debe responder a esos objetivos?
• ¿Es posible que mi práctica docente permita elevar el nivel de Movilización-Conciencia-Organización de los estudiantes, como aporte al logro de los objetivos estratégicos e inmediatos de los sectores populares?
• ¿En qué sentido, podemos decir que la Educación Popular es vigente?
• ¿Podemos asumir en nuestra vida cotidiana el ejemplo y testimonio de la profesora Luz Gallo Torres, Julio Fernández, Fanny Abanto y otros?
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