ARTÍCULOS DE ASOCIADOS
Israel 62 - Cade 2010
Por León Trahtemberg
Publicado en Correo
Estamos a pocos días de la CADE-EDUCACIÓN 2010, que organiza IPAE el 29 de abril bajo el título "Por un Perú mejor educado", coincidiendo con la misma quincena en que la que considero la primera potencia en educación del mundo, Israel, celebró su 62 aniversario de Independencia (20 de abril). Y esa asociación entre un Perú que se preocupa por su educación y un Israel que ha logrado convertirla en el gran insumo de su desarrollo, merece ser considerada.
Las pruebas internacionales PISA, que hacen los sistemas educativos del primer mundo para evaluar el desempeño de sus escolares de 15 años en matemáticas, ciencias y lectura, colocan a la cabeza a Finlandia, Hong Kong, Corea del Sur, Taiwán, Canadá, etc. Sin embargo, si evaluáramos los resultados de la aplicación de la educación al cultivo de la inteligencia de sus pobladores, al desarrollo del arte, la ciencia, la tecnología y el desarrollo económico, ganaría de lejos Israel. Es el número uno en el mundo por habitante en computadoras, grados universitarios, patentes y museos; también en innovaciones médicas, agrícolas y militares; arborización, sistemas de seguridad; compañías comerciales de desarrollo (start ups) -con excepción de EE.UU.- con 3,500 compañías, mayormente dedicadas a alta tecnología. Hay más empresas israelíes en NASDAQ que de toda Europa y Asia combinadas.
Todo ello y más ha sido logrado pese a encontrarse en un estado continuo de guerra con quienes persiguen su destrucción, lo cual obviamente erosiona su economía por los gastos de defensa y los boicots que organizan las poderosas alianzas de gobiernos y empresas árabes para impedir los negocios de Israel.
No es un país ni remotamente perfecto. Pero para señalar sus problemas hay suficientes analistas que le han dedicado centenares de artículos. En lo que a mí respecta, me permito reiterar mi admiración por Israel y sus extraordinarios logros, que emergen de los valores y visiones de la historia del pueblo judío y del esfuerzo inagotable de sus ciudadanos constructores del país.
Cuando en la CADE nos preguntemos cómo mejorar la educación peruana, creo que mirar a Israel puede darnos importantes luces sobre el camino a seguir.
Por León Trahtemberg
Publicado en Correo
Estamos a pocos días de la CADE-EDUCACIÓN 2010, que organiza IPAE el 29 de abril bajo el título "Por un Perú mejor educado", coincidiendo con la misma quincena en que la que considero la primera potencia en educación del mundo, Israel, celebró su 62 aniversario de Independencia (20 de abril). Y esa asociación entre un Perú que se preocupa por su educación y un Israel que ha logrado convertirla en el gran insumo de su desarrollo, merece ser considerada.
Las pruebas internacionales PISA, que hacen los sistemas educativos del primer mundo para evaluar el desempeño de sus escolares de 15 años en matemáticas, ciencias y lectura, colocan a la cabeza a Finlandia, Hong Kong, Corea del Sur, Taiwán, Canadá, etc. Sin embargo, si evaluáramos los resultados de la aplicación de la educación al cultivo de la inteligencia de sus pobladores, al desarrollo del arte, la ciencia, la tecnología y el desarrollo económico, ganaría de lejos Israel. Es el número uno en el mundo por habitante en computadoras, grados universitarios, patentes y museos; también en innovaciones médicas, agrícolas y militares; arborización, sistemas de seguridad; compañías comerciales de desarrollo (start ups) -con excepción de EE.UU.- con 3,500 compañías, mayormente dedicadas a alta tecnología. Hay más empresas israelíes en NASDAQ que de toda Europa y Asia combinadas.
Todo ello y más ha sido logrado pese a encontrarse en un estado continuo de guerra con quienes persiguen su destrucción, lo cual obviamente erosiona su economía por los gastos de defensa y los boicots que organizan las poderosas alianzas de gobiernos y empresas árabes para impedir los negocios de Israel.
No es un país ni remotamente perfecto. Pero para señalar sus problemas hay suficientes analistas que le han dedicado centenares de artículos. En lo que a mí respecta, me permito reiterar mi admiración por Israel y sus extraordinarios logros, que emergen de los valores y visiones de la historia del pueblo judío y del esfuerzo inagotable de sus ciudadanos constructores del país.
Cuando en la CADE nos preguntemos cómo mejorar la educación peruana, creo que mirar a Israel puede darnos importantes luces sobre el camino a seguir.
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