jueves, 7 de enero de 2010

TRIBUNA ABIERTA

Ver para Leer
Por Gustavo Córdova Valenzuela - El Peruano
El Programa Nacional de Movilización para la Alfabetización (Pronama) ha ganado el reconocimiento de la ciudadanía en general y de las comunidades más apartadas de la capital, así como las preferencias del Presidente de la República, por su eficacia y permanente innovación.
A partir de su creación, el 8 de setiembre de 2006, Pronama envió sectoristas a las diversas regiones del país, priorizando a Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y Cusco, sin dejar de atender a otras.
Firmados los convenios, hecha la calificación de facilitadores, supervisores y coordinadores, y realizada la capacitación correspondiente, se empadronó a los iletrados. La mayoría pasaban de los 40 y 50 años de edad y, en buena parte de los casos, tenían deficiencias visuales.
Ante esta dificultad se creó el área denominada Ver para Leer, a cargo del Dr. Erwin Tuesta Velásquez.
Este profesional organizó un buen equipo de optómetras y un calificado grupo administrativo que permitió la distribución de anteojos.
No fue una tarea fácil, pues no se contaba con la experiencia que el caso requería. Tuvo que organizarse una logística. Se elaboró una cartilla de instrucción para que los facilitadores pudiesen detectar los problemas visuales de los iletrados.
Así determinaron, grosso modo, el grado de deficiencia visual de cada participante y les entregaron sus anteojos con sus respectivas medidas.
Luego llegaba el optómetra confirmando o corrigiendo la primera entrega, según el caso. Con la experiencia adquirida, este sistema se ha ido perfeccionando poco a poco.
Los que trabajan en Pronama siempre están al filo de la navaja por los viajes que tienen que realizar a lugares donde no existen los vehículos adecuados o los caminos son muy estrechos y peligrosos.
Pero todo riesgo es afrontado con mística y coraje.
Tal es el caso de un equipo de Ver para Leer que se encontraba en el distrito de Chungui, provincia de La Mar, Ayacucho.
Al descender del ómnibus que los había conducido hasta aquel apartado pueblo, se dieron cuenta de que eran seguidos por un grupo de extraños que tenían los rostros encubiertos.
Se trataba de una banda de delincuentes subversivos que más tarde los amenazaron con armas de fuego, pero los pobladores intervinieron a su favor y los defendieron; los criminales tuvieron que retirarse.
Hasta la fecha, Ver Para Leer ha repartido más de cien mil anteojos. En las metas del presente año, según los requerimientos recibidos de los sectoristas de provincias, se propone entregar 300 mil anteojos en todo el Perú.

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