jueves, 7 de enero de 2010

TRIBUNA ABIERTA

La democracia de las obras
Editorial- El Peruano

En el mundo moderno no se puede concebir una democracia sólida y estable sin bienestar social, sin obras que proporcionen los servicios básicos a toda la población, especialmente a los que menos tienen.
Es la democracia de las obras, como la ha denominado el presidente de la República, Alan García Pérez, el sábado pasado, mientras inspeccionaba la construcción de carreteras y otros servicios en el norte del país.
Por esta razón, el Gobierno ha priorizado para este año la inversión social de 25 mil millones de nuevos soles para obras de infraestructura, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los sectores más pobres de nuestra sociedad y brindarles la oportunidad de integrarse al proceso de desarrollo.
En el marco de un plan vial integral, que comprende la construcción de una red de gran envergadura, desde pequeñas carreteras hasta grandes autopistas, el Jefe del Estado anunció que en 2011, al término de su mandato, dejará 11 mil kilómetros de pistas asfaltadas.
La construcción de carreteras resulta vital para miles de pueblos del interior del país, pues cada vía impulsa el intercambio comercial, el aumento de la producción, genera más competitividad y, por tanto, más empleo.
El Gobierno también desarrolla una política adecuada para garantizar el permanente mantenimiento y mejoramiento de la red vial nacional ya existente.
El Jefe del Estado ha ratificado la meta del gobierno de alcanzar el crecimiento más alto entre los países sudamericanos, con base en inversiones públicas y privadas, pero sin abandonar la rigurosa disciplina fiscal que se fijó desde el comienzo del período gubernamental.
“De mí no esperen farra fiscal, por el contrario, vamos a hacer el esfuerzo que me he planteado: todo el dinero del Estado vamos a invertirlo en infraestructura, carreteras, electricidad, agua potable y titulación, que es una forma de subir el salario familiar”, manifestó el presidente García este fin de semana.
Entre las metas sociales más urgentes, el Dignatario ha puntualizado que se espera llegar al 92 por ciento del país electrificado y superar el 90 por ciento de la cobertura de agua potable y alcantarillado.
Para julio de 2011 se habrá entregado, asimismo, un millón de títulos de propiedad y el analfabetismo se habrá erradicado.
Por otra parte, se está mejorando ostensiblemente la calidad de la educación. El aseguramiento universal ya es una realidad en los departamentos de Ayacucho, Apurímac y Huancavelica y se extenderá a todo el país en el próximo año.
Eso es la verdadera democracia, con desarrollo y justicia social.

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