TRIBUNA ABIERTA
El ministerio de cultura que el país necesita
Editorial – El Comercio
La propuesta del presidente García de crear un ministerio de cultura no es nueva. Sin embargo, todo indica que en esta ocasión el Congreso podría aprobar esa iniciativa y dotar al país de una entidad que ya existe en otras naciones, encargada de definir y conducir políticas culturales impulsadas desde el Estado.
Como sostuvimos hace tres años, cuando el presidente Alejandro Toledo planteó por primera vez esta idea, el Perú es rico en patrimonio histórico, arqueológico y artístico, pero no cuenta con una política cultural clara y definida que lo ponga realmente en valor. Existen entidades responsables de la promoción de las actividades artísticas y de la conservación de nuestros vestigios del pasado, pero que salvo honrosas excepciones operan sin coordinación y con resultados poco halagüeños.
Por eso creemos que el ministerio de cultura es necesario siempre que cumpla dos condiciones: no debe generar más burocracia ni gasto y debe vincularse con la promoción del turismo, sector que incluso podría contribuir a su financiamiento.
El presidente García ha asegurado que su creación no será onerosa para la caja fiscal, aun cuando se le deberá asignar los recursos necesarios para funcionar y solventar a una serie de organismos públicos, algunos adscritos hoy al sector Educación y a otros sectores (el Instituto Nacional de Cultura, la Biblioteca Nacional, el Instituto de Radio y Televisión Peruana, la Academia Mayor de la Lengua Quechua y el Archivo General de la Nación).
En cuanto a las tareas del nuevo ministerio, es positivo que el Gobierno le asigne las mismas competencias que en el 2001 planteara un grupo de expertos: esto es, la promoción de las actividades artísticas y culturales en el ámbito nacional y, de otro lado, la conservación y protección del patrimonio histórico, que es una de nuestras principales fortalezas como nación, colectividad e identidad nacional.
No obstante, una tarea adicional de este ministerio es contribuir a la determinación de una política cultural y a la identificación con la peruanidad, que atraviese transversalmente todos los sectores del Estado, que comprometa a la sociedad civil (sobre todo ahora que se dispone de herramientas de mecenazgo) y que nos defina como país, hacia dentro y hacia afuera.
Hacia dentro, para potenciar internamente la creación contemporánea en todos los sectores, elevar el desarrollo intelectual y contribuir a la mejora de la educación de las nuevas generaciones. Hacia afuera, para establecer las potencialidades que deseamos vender al exterior. Y es que actualmente el Perú es reconocido como un país exótico por su variada geografía, riqueza histórico monumental y espacios naturales sin par. ¿Pero estamos cumpliendo con preservar nuestro patrimonio arqueológico, nuestra Amazonía u otros parajes ecológicos? Se trata de atributos que nos diferencian de otros países con un turismo más genérico, pero que a diferencia de nosotros han sabido posicionar una marca país con notable éxito.
De lo que se trata es, pues, de armonizar el futuro ministerio de cultura con sectores afines, como son Educación y Turismo, desde una perspectiva cultural y de acuerdo con una reforma del Estado que sigue pendiente.
Editorial – El Comercio
La propuesta del presidente García de crear un ministerio de cultura no es nueva. Sin embargo, todo indica que en esta ocasión el Congreso podría aprobar esa iniciativa y dotar al país de una entidad que ya existe en otras naciones, encargada de definir y conducir políticas culturales impulsadas desde el Estado.
Como sostuvimos hace tres años, cuando el presidente Alejandro Toledo planteó por primera vez esta idea, el Perú es rico en patrimonio histórico, arqueológico y artístico, pero no cuenta con una política cultural clara y definida que lo ponga realmente en valor. Existen entidades responsables de la promoción de las actividades artísticas y de la conservación de nuestros vestigios del pasado, pero que salvo honrosas excepciones operan sin coordinación y con resultados poco halagüeños.
Por eso creemos que el ministerio de cultura es necesario siempre que cumpla dos condiciones: no debe generar más burocracia ni gasto y debe vincularse con la promoción del turismo, sector que incluso podría contribuir a su financiamiento.
El presidente García ha asegurado que su creación no será onerosa para la caja fiscal, aun cuando se le deberá asignar los recursos necesarios para funcionar y solventar a una serie de organismos públicos, algunos adscritos hoy al sector Educación y a otros sectores (el Instituto Nacional de Cultura, la Biblioteca Nacional, el Instituto de Radio y Televisión Peruana, la Academia Mayor de la Lengua Quechua y el Archivo General de la Nación).
En cuanto a las tareas del nuevo ministerio, es positivo que el Gobierno le asigne las mismas competencias que en el 2001 planteara un grupo de expertos: esto es, la promoción de las actividades artísticas y culturales en el ámbito nacional y, de otro lado, la conservación y protección del patrimonio histórico, que es una de nuestras principales fortalezas como nación, colectividad e identidad nacional.
No obstante, una tarea adicional de este ministerio es contribuir a la determinación de una política cultural y a la identificación con la peruanidad, que atraviese transversalmente todos los sectores del Estado, que comprometa a la sociedad civil (sobre todo ahora que se dispone de herramientas de mecenazgo) y que nos defina como país, hacia dentro y hacia afuera.
Hacia dentro, para potenciar internamente la creación contemporánea en todos los sectores, elevar el desarrollo intelectual y contribuir a la mejora de la educación de las nuevas generaciones. Hacia afuera, para establecer las potencialidades que deseamos vender al exterior. Y es que actualmente el Perú es reconocido como un país exótico por su variada geografía, riqueza histórico monumental y espacios naturales sin par. ¿Pero estamos cumpliendo con preservar nuestro patrimonio arqueológico, nuestra Amazonía u otros parajes ecológicos? Se trata de atributos que nos diferencian de otros países con un turismo más genérico, pero que a diferencia de nosotros han sabido posicionar una marca país con notable éxito.
De lo que se trata es, pues, de armonizar el futuro ministerio de cultura con sectores afines, como son Educación y Turismo, desde una perspectiva cultural y de acuerdo con una reforma del Estado que sigue pendiente.
0 comentarios:
Publicar un comentario