TRIBUNA ABIERTA
Derechos de los niños
Por: Federico Arnillas
Fuente: El comercio
Aunque nos resulte difícil de creer en el Perú, en los últimos 8 años hemos dado pasos importantes en la construcción de una estrategia y herramientas para garantizar los derechos de la infancia, al punto que profesionales de diversos países de América Latina vinculados a los movimientos de derechos humanos de los niños, así como de las instituciones estatales responsables de garantizar esos derechos, se han acercado a conocer la experiencia y a llevarla a la práctica en sus países.
Una primera pieza de la estrategia es asumir que la atención a la infancia debe ser una prioridad, lo que supone sincerar cifras con relación a la cobertura y calidad de servicios orientados hacia este sector de nuestra población.
La segunda pieza es construir políticas de Estado para enfrentar los problemas. En esa línea debemos reconocer el esfuerzo hecho por las tres administraciones de los últimos años por dotarnos como país, es decir, como Estado y como sociedad civil, de consensos claves construidos en espacios múltiples y con participación ciudadana.
Una tercera pieza importante tiene que ver con el tema presupuestal y la construcción de herramientas para la gestión por resultados. En esa línea están la formulación de programas estratégicos para orientar la asignación de recursos públicos al logro de objetivos nacionales a favor de la infancia, que se han incorporado en las leyes de presupuesto del 2007 en adelante.
El cuarto pilar es la propia participación de niños y adolescentes. En este plano un espacio muy importante ha sido el de los procesos de presupuesto participativo. Hoy tenemos gobiernos locales que han abierto y oficializado estos espacios de participación y, hay que reconocerlo, con mucho éxito.
El quinto pilar a construir es el de una ciudadanía activa, defensora y practicante de los derechos de la infancia. A esa acción nos han convocado la campaña Se Busca un Millón de Amigos. Es hora de sumarnos y mostrarle a todas las naciones que trabajando juntos podemos cerrar las brechas y hacer la diferencia.
Por: Federico Arnillas
Fuente: El comercio
Aunque nos resulte difícil de creer en el Perú, en los últimos 8 años hemos dado pasos importantes en la construcción de una estrategia y herramientas para garantizar los derechos de la infancia, al punto que profesionales de diversos países de América Latina vinculados a los movimientos de derechos humanos de los niños, así como de las instituciones estatales responsables de garantizar esos derechos, se han acercado a conocer la experiencia y a llevarla a la práctica en sus países.
Una primera pieza de la estrategia es asumir que la atención a la infancia debe ser una prioridad, lo que supone sincerar cifras con relación a la cobertura y calidad de servicios orientados hacia este sector de nuestra población.
La segunda pieza es construir políticas de Estado para enfrentar los problemas. En esa línea debemos reconocer el esfuerzo hecho por las tres administraciones de los últimos años por dotarnos como país, es decir, como Estado y como sociedad civil, de consensos claves construidos en espacios múltiples y con participación ciudadana.
Una tercera pieza importante tiene que ver con el tema presupuestal y la construcción de herramientas para la gestión por resultados. En esa línea están la formulación de programas estratégicos para orientar la asignación de recursos públicos al logro de objetivos nacionales a favor de la infancia, que se han incorporado en las leyes de presupuesto del 2007 en adelante.
El cuarto pilar es la propia participación de niños y adolescentes. En este plano un espacio muy importante ha sido el de los procesos de presupuesto participativo. Hoy tenemos gobiernos locales que han abierto y oficializado estos espacios de participación y, hay que reconocerlo, con mucho éxito.
El quinto pilar a construir es el de una ciudadanía activa, defensora y practicante de los derechos de la infancia. A esa acción nos han convocado la campaña Se Busca un Millón de Amigos. Es hora de sumarnos y mostrarle a todas las naciones que trabajando juntos podemos cerrar las brechas y hacer la diferencia.
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