ARTICULOS DE ASOCIADOS

Educación inicial y rendimientos educativos
Por Hugo Díaz Díaz
Públicado en Inversión en la infancia

Varios factores inciden en los rendimientos educativos de los estudiantes de la educación primaria. Hay mucha investigación que asocia los rendimientos estudiantiles a factores socio-económicos, como el nivel de ingreso y de educación de las familias; el tipo de escuela, sea polidocente, multigrado o unidocente, urbana o rural, pública o privada; el idioma predominantemente hablado en la comunidad.

En efecto, todos estos factores tienen una significativa influencia en los resultados que obtienen las escuelas.

En la evaluación de estudiantes del 2º grado de primaria 2008, aplicada por la Unidad de Medición de la Calidad de la Enseñanza del Ministerio de Educación, se ha publicado una estadística que distingue los niveles de rendimiento estudiantil según los niños hayan cursado o no uno o más años de educación inicial. La información es muy relevante, pues si bien en los últimos años el sistema educativo ha mostrado progresos en la cobertura de atención de niños de 5 años, todavía el promedio de atención de niños de 3 a 5 años es muy baja: 52.3% a nivel nacional, pero solo de 33.4% en las áreas rurales, de acuerdo a los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda 2007.

La investigación internacional sobre los beneficios de la educación inicial es contundente en el propósito de señalar que es un factor decisivo en la socialización y en el enriquecimiento del vocabulario, particularmente de aquellos niños cuyos padres tienen bajo nivel de instrucción. Se ha comprobado la existencia de niños que al ingresar al 1º grado tienen grandes dificultades de comprender lo que está diciendo el profesor. De allí sus bajísimos rendimientos en el área de comunicación.

Lo que la estadística de la Unidad de Medición de la Calidad de la Enseñanza revela es que las diferencias de desempeño en el área de comunicación son significativas entre quienes siguieron o no la educación inicial. Mientras el 7.4% de los que no siguieron este nivel de enseñanza logra desempeños satisfactorios, en el caso de los que sí hicieron educación inicial el porcentaje se eleva al 21%; es decir, casi se multiplica por tres. En cambio, los que logran un desempeño por debajo del nivel 1 son menos de la mitad de los que no siguieron educación inicial (21.9% contra. 46.8%).

La estadística no muestra las diferencias de rendimiento en el 2º grado de primaria según se haya seguido uno, dos, tres o más años de educación inicial. Será importante investigar estas diferencias, pues seguramente se convertirían en uno de los factores claves del mejor desempeño estudiantil a lo largo de la educación primaria.

En el caso de matemáticas, las brechas de rendimiento no son tan grandes como lo son en el área de comunicación, pero sí se dan diferencias. Entre los que no siguieron educación inicial, solo el 7.5% logra desempeño satisfactorio, mientras entre los que hicieron educación inicial son el 10.2%. Igualmente, lo que se observa es una diferencia de 14 puntos entre los alumnos ubicados debajo del nivel 1 de rendimiento en función de si siguieron o no esta oferta educativa.

Desempeño en 2º grado de educación primaria según se curso o no educación inicial
Evaluación censal de estudiantes 2008 (Ver Tabla )

- En el nivel 2 se ubican los estudiantes que logran los aprendizajes del grado.
- En el nivel 1 se ubican los estudiantes que están en proceso del logro esperado.
- Por debajo del nivel 1 se ubican los que no lograron todos los aprendizajes del nivel 1.

A manera de conclusión

Los hallazgos de la Unidad de Medición de la Calidad de la Enseñanza no hacen sino corroborar lo que sucede en otros contextos. Su similar en Chile, el SIMCE, encontró que la educación inicial eleva hasta en ocho puntos el rendimiento en la educación primaria. Además, el investigador estadounidense James Heckman encontró que “por cada dólar invertido en enseñanza preescolar, hay un retorno de ocho dólares cuando el individuo es adulto”. Es decir, mejorar la educación preescolar tiene más efecto que cualquier política sobre la educación básica, media o superior.

Ciertamente que el ideal es que en el país se realicen investigaciones longitudinales que sigan el rendimiento educativo de un niño desde que ingresa al sistema educativo hasta que egresa. El otro ideal es que la educación inicial que reciban los niños alcancen los niveles de calidad suficiente. Por ahora, particularmente los servicios que reciben los niños más pobres dejan mucho que desear. En su modalidad no escolarizada no solo están en manos de personas no calificadas para atender a los infantes, sino que los programas funcionan en medio de una precariedad enorme. En esos contextos, el enriquecimiento del vocabulario de base y la preparación para el ingreso al 1º grado resultan esenciales.