ARTICULOS DE ASOCIADOS
Alfabetización: Cuando lo adjetivo no es sustantivo y viceversa
Por Luis Miguel Saravia C.
Fuente: Blog Educador
En Lima, Perú, el día de la alfabetización fue preparándose en festejos desde que se inició el mes de septiembre. El fin de semana, apareció un aviso pagado en los diarios que bajo el título PERU Ministerio de Educación y Programa de Movilización por la alfabetización, invitaban al foro: “Por un Perú Libre de Analfabetismo” donde participarían el Ministro de Educación, José Antonio Chang E.; la Ministra de la Mujer y Desarrollo Social Nidia Vilchez Y. la Secretaria Técnica de la Comisión Interministerial de Asuntos Sociales – CIAS, y Jaime Canfux G. del Instituto Internacional de Investigación Educativa del Convenio Andrés Bello. Y representantes del Ministerio de Educación, UNESCO, OEI, IPLAC, Derrama Magisterial; Consejo Nacional de Educación, JUNTOS, CONADIS, INDEPA, GRADE, ADRA, Universidad Católica Sedes Saì9entiae; Universidad Marcelino Champagnat y Universidad San Martín de Porres. ENTRADA LIBRE. El slogan decía CRECER EN ALFABETIZACIÓN EL PERÚ AVANZA
Dos días de “algarabía” oficial por algo que es una responsabilidad y un derecho: la educación. Ahí están las crónicas de los diarios, las notas de prensa y las audiciones que rápidamente fueron borradas seguramente para no aceptar una crítica al Programa “exitoso” presentado bajo el padrinazgo presidencial.
Una revisión de los titulares de la Agencia Oficial ANDINA del día 7 de septiembre, y el diario EL PERUANO, permitirán al lector informarse desde la voz oficial y no del maquillaje de la prensa cómo es tratado el tema de la alfabetización.”. “Altas tecnologías se incorporan a los círculos de alfabetización en el país. Iletrados aprenden a leer y escribir con herramientas interactivas y video clases. Gobierno entregó 20 mil televisores con DVD y 20 mil juegos de clases en video.” ANDINA, 06.09.09)... “Jefe del Estado plantea exposición itinerante de trabajos de alfabetizados en colegios” (ANDINA. 07.09.09) “CÍRCULOS DE ALFABETIZACIÓN APLICAN MODELO CUBANO “Yo si puedo”. Iletrados aprenden por medio audiovisual. (EL PERUANO. 07.09.09) CERCA DE 20 MIL FACILITADORES PERMITIÓ ALFABETIZAR A MÁS DE 852 MIL PERUANOS.”(Oficina de Prensa y Comunicaciones Ministerio de Educación).
¿Tanta exultación porque se cumple con una obligación y un derecho? ¿Tanta complacencia con algo que el Ministerio de Educación debe realizar por mandato de la Ley y no por haber constituido –ECHANDO POR LA BORDA EXPERIENCIA Y LOGROS DE AÑOS- un Programa destituyendo a quienes sabían del tema e imponiendo un extraño para dirigirlo?
El día 8 de septiembre El Peruano hablando sobre el foro y dando cuenta de las palabras del Presidente de la República , escribía “Plantea crear museo de la alfabetización”. En un alarde de creatividad sobre los manuscritos y grabaciones del millón doscientos mil (¿?) peruanos que fueron alfabetizados, sugiere que podría llamarse el Museo de Verdad de la Memoria de los Alfabetizados.” Y continúa: “Me interesaría mucho que el testimonio escrito, este museo maravilloso de la memoria de un millón 200 mil peruanos que fueron analfabetos y que ahora escriben y leen, mostrara sus manuscritos y grabaciones de cuando están leyendo”, expresó. Además siguen otros artículos que basados en los anteriores presentan lo mismo pero de forma periodística (EDITORIAL.. Alfabeetización audiovisual; Tarea primordial y Alfabetizadotes. EL PERUANO.08-09- 09).
Así pasó desapercibido lo que los evaluadores del CAB expresaron con relación al informe de medio término, que se empleó un método global. Ahora expresa la nota periodística que en los Círculos de Alfabetización aplican el modelo cubano “Yo Si Puedo”. También dicen que con el soporte audiovisual de alta tecnología los iletrados de diferentes partes del país aprenden a leer y a escribir de una forma interactiva como parte de una novedosa metodología “Aprender y Crecer” diseñada por especialistas peruanos, que se basa en el YSP que tiene el reconocimiento de la UNESCO. Sin embargo, no se dice toda la verdad que contiene el Informe del Estudio sobre la Eficacia y la viabilidad del método de alfabetización “Yo sí puedo” que recoge el Consejo Ejecutivo en su 175ª. Reunión del 25 de agosto de 2006 en París. Sólo una muestra de una de sus conclusiones para que el lector tenga en cuenta: “Conclusiones Principales: Eficacia. 29. Salvo raras excepciones, el método no presta mucha atención a la aritmética y la reflexión crítica y no suele tener en cuenta las adquisiciones anteriores en materia de aprendizaje (por ejemplo, en el caso de las personas que han desertado la escuela) o el saber preeexistente (conocimientos o competencias tradicionales) . Da prioridad a procesos de aprendizaje que son un tanto mecánicos y se contemplan como meros instrumentos”.
Para tener una idea, además, de que hay que tener mucho cuidado en las afirmaciones que se hacen, aquí sólo nombramos las Recomendaciones que están recogidas en el punto 37. del documento citado: 1) Concebir planes para la postalfabetización; 2) Mejorar la coordinación; 3) Revisar el modelo conceptual; 4) Adaptarse al contexto; 5) Fomentar la capacitación de los alfabetizadotes y coordinadores, 6) Mejorar los sistemas de documentación e información; 7) Promover la apropiación a nivel nacional y local; 8) Promover la educación en tanto que derecho de todo ser humano.” Sólo hemos puesto el título pro se puede colegir el contenido. En la parte referida a Conclusión, luego de reconocer cierto aporte al método y el apoyo horizontal prestado por Cuba, se sugiere “…mejorar el impacto del método… sobre todo en lo que respecta al marco conceptual, la adaptación en el plano cultural y lingüístico, la garantía de su perdurabilidad, la apropiación a nivel nacional, la transparencia de la información y la sinergia con otros métodos y otras partes interesadas.” Huelgan los comentarios. Otra vez nos “vendieron espejitos” y no supimos que ya los teníamos: el esfuerzo de tantos educadores nacionales cuya madurez etaria no invalida sus aportes, como con menosprecio dijo una alta funcionaria del Perú ante UNESCO, con motivo de una citada entrevista radial.
Prosiguiendo con lo que expresó el director del PRONAMA refiriéndose a los textos que se trabajan, que eran de muy buena calidad, y también se trabaja con métodos tradicionales. Además dijo que el facilitador o alfabetizador cuenta con una guía, un cuaderno de trabajo, como parte de un método práctico, tomando como referencia la experiencia de los especialistas. (Angel Velásquez, jefe del PRONAMA en EL PERUANO. 07.09.09) ¿Entendieron? Yo tampoco.
Más allá de lo extraño que nos parece toda la publicidad realizada para presentar un esfuerzo, la ausencia de una reflexión sobre política para la alfabetización nacional en la perspectiva de construir no programas sino mecanismos para que el sistema educativo no vaya generando, por descuido, por falta de previsión, por anomia de funcionarios y políticos, nuevos analfabetos. ¿Qué hacer para que no haya un retroceso? ¿Seguir el entusiasmo presidencial de convocar en el Estadio Nacional para que gente de buena voluntad done libros, sin tener criterios claros sobre qué se donaría para los alfabetizados? ¿Por qué el silencio del PRONAMA? ¿No estamos acaso de esta manera generando más marginalidad, más exclusión al darle “lo que sobra” o lo que ya no se utiliza en casa a quienes se han esforzado por alfabetizarse?
El proceso de alfabetización no es sólo que nos cuenten cómo se incorpora un analfabeto al mundo de los alfabetos. Tampoco que nos digan que el proceso dura 208 horas y que puede equivaler a seis meses asistiendo tres veces por semana a las sesiones. Nada nuevo, así como tampoco el contar con 20 mil alfabetizadotes (facilitadores hoy). ¿Cuántos de ellos son alumnos de los últimos años de secundaria o futuros docentes que se vienen formando en los Institutos Superiores Pedagógicos? ¿Por qué tanta suspicacia a las críticas que contiene el Pronunciamiento dado a conocer por educadores y académicos peruanos cuando se dio a conocer el informe de medio término? ¿Por qué tanta arrogancia de la representante de UNESCO en el Ministerio de Educación (y a la vez Secretaria Nacional del Convenio Andrés Bello en el país) en la entrevista por Radio Programas del Perú? ¿Si no sabemos escuchar, si no sabemos valorar lo que los compatriotas aportan qué política de educación inclusiva se practica? Años de trabajo de estos educadores firmantes no pueden menospreciarse y menos vanagloriarse de una evaluación internacional mediatizada por profesionales poco reconocidos internacionalmente.
Creo que es el momento de tener claridad en el tema de alfabetización para que no nos cuenten el cuento y creamos que estamos en el mejor de los mundos. Estimo que en la región Rosa María Torres – una autoridad continental en el tema- en una entrevista del año 2007 (Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), planteaba temas centrales para discutirlos o para ponerlos en práctica cuando de alfabetización se trata. Sin embargo ha sido soslayada de manera elegante por muchos expertos. Decía entonces Rosa María y sigue vigente hoy que “…no existe estrictamente un “estar alfabetizado”; estamos continuamente perfeccionando nuestras habilidades para leer y escribir. Porque a leer se aprende leyendo y a escribir se aprende escribiendo. En todo caso, diríamos que una persona está “alfabetizada” cuando maneja con autonomía el lenguaje escrito, lee comprendiendo lo que lee y es capaz de transmitir con claridad sus propias ideas por escrito, de modo que otras personas puedan comprender lo que escribe. Esta persona no necesita más facilitadores o programas ad-hoc para seguir aprendiendo a leer y escribir; a partir de lo que sabe puede continuar leyendo y escribiendo sola, con
propósito y con sentido, utilizando y perfeccionando sus habilidades para expresarse y comunicarse, lo que es la base misma del aprendizaje a lo largo de la vida.
Plantea además, que el término “alfabetizado” “…requiere repensarse, porque cambió mucho lo que entendemos por “leer” y “escribir”, la noción de “enunciado simple” y la propia vida cotidiana de la gente.”
Propone, también temas para el debate sustantivo y no lo adjetivo de cómo se aplica un programa. Lamentablemente estamos desfasados de lo que se viene investigando y aportando desde nuestras realidades de cara a los problemas que vivimos los pueblos urbanos y rurales en la región y no pensando que la tecnología en alianza con Telefónica solucionará un problema de índole cultural y educativo. Pero para eso se requiere otra manera de pensar, apreciar, valorar y querer comprometidamente, ser educadores y no eventuales interesados por nuestros problemas ancestrales mientras se cuente con los favores políticos y no intelectuales del gobierno de turno. Alguien podría debatir sobre este planteamiento que se expresa en la entrevista a Rosa María Torres cuando dice: “¿Cuáles son los requerimientos básicos de lectura y escritura, por ejemplo, para una persona joven o adulta que vive en área urbana, usa transporte público, camina por la calle e intenta cruzarla, necesita buscar y conseguir trabajo, manejar, llenar un formulario, entender un manual, leer un periódico, un cartel, un libro, los subtítulos en la televisión, inscribirse en algún curso a distancia para continuar estudiando, participar en el mundo escolar de los hijos, en la vida del barrio, manejarse en un centro de salud, un banco, una plaza pública? ¿Qué se requiere hoy, en materia de lectura y escritura, para enfrentarse a una computadora y aprender a manejarla?” Tener un Programa de alfabetización no es contar con una plantilla y aplicarla. Implica diseñar, discutir, convocar a otras disciplinas y decidir qué enfoque pedagógico, además en nuestro caso de país, que sea intercultural.
Los espejitos de hoy – de plasma y DVD- que nos venden los nuevos “colonizadores” poseedores de la fórmula mágica para que todos se incorporen a esta sociedad moderna, cautiva de un sistema económico excluyente de los que menos tienen y menos saben, vienen envueltos en tecnología digital, introducen a los sujetos alfabetizados al mercado, los domestican para ser nuevos consumidores, nuevos acreedores de bancos y casas de crédito que les piden sólo la firma, para engancharlos y someterlos e hipotecar su magro salario. Por ello consideramos en este contexto que vivimos que “el objetivo no es alfabetizar, enseñar a leer y escribir a las personas, sino asegurar las condiciones para que lean y escriban efectivamente, significativamente. A esto llamamos “cultura escrita… La consigna no es sólo enseñar a leer y escribir, sino acercar la lectura y la escritura a la gente, y especialmente a las familias, comunidades y grupos sociales más pobres y que más las necesitan.” (Rosa María Torres en entrevista mencionada).
Estamos hablando de otro tipo de política de alfabetización y no la mirada complaciente acompañada de estadísticas como lo hace el Presidente de la República que recordaba que cuando era niño había el 40% de la población analfabeta y de entonces a esta parte se está logrando revertir esta situación. ¿Pero se ha puesto a pensar y con él quienes dirigen la educación del país que eso es ser contemplativos y regocijarse en la historia y no mirar los nuevos retos, las nuevas preguntas que se hace la sociedad?, ¿por qué si tenemos tantos adelantos, el sistema sigue produciendo analfabetos y se siguen aplicando las mismas recetas? Las corrientes de los educadores comprometidos van por otros caminos, no renunciando a la mirada crítica de nuestros problemas sino a partir de ellos diseñando nuevas formas de interpretarlos. Y en esto también la entrevista de Rosa María Torres es aleccionadora cuando nos dice. “…, acceder a la cultura escrita pasa por la alfabetización pero va mucho más allá de ésta. Con esto no queremos decir que acceder a la cultura escrita es acceder a un programa de postalfabetización, como suele llamársele, sino a los usos de la lectura y la escritura en situaciones reales de la vida cotidiana, en el hogar, en el trabajo, en el ocio, en los ámbitos educativos y de participación social, etc. Crear ambientes letrados implica poner a disposición pública todo tipo de materiales de lectura y escritura. No sólo en escuelas y bibliotecas sino en
calles, plazas, mercados, paradas de buses, canchas deportivas, hospitales,
cárceles, etc. No después de la alfabetización, como suele pensarse, sino antes de y junto con. Porque ese ambiente letrado facilita y motiva hacia el
(aprender a) leer y el escribir, y le da sentido”.Claro pero esto va a contrapelo de lo que indica el mercado en cuanto a publicidad. Hay que “vender imagen” y por ello de rey a paje (es decir de presidente a alcalde, pasando por congresistas) utilizan los carteles para “vender” su imagen y su obra. De lo contrario no son reelegidos o no son considerados en las encuestas.
Sería muy extenso seguir citando esta interesante entrevista, que deberían leerla y debatirla quienes se ufanan por logros intrascendentes. Para concluir, transcribo una pregunta que considero central y que me hubiera gustado se plantease en el foro realizado “¿Cómo pensar políticas de alfabetización considerando la gran diversidad social y cultural existente en los diversos países y dentro de cada país? Justamente: la buena política educativa es aquella que asume e incluye expresamente la diversidad como principio central y condición de eficacia de la política, tanto en el diseño como en la ejecución. No hay nada que obligue a una política a ser homogénea, igual para todos, nacional, regional, mucho menos globalizada. Esa es la mala política, la que norma pero no funciona y a la que estamos acostumbrados, principalmente a través de la acción de los organismos internacionales. La buena política es contextualizada, es participativa, y se hace cargo de sus condiciones de implementación, alentando la diversificación, que es lo que exige la especificidad de cada contexto y momento. …Esa buena política no se puede hacer sólo desde el conocimiento experto; éste requiere contrastarse y complementarse con otros saberes especializados, con el sentido común, con el conocimiento práctico, con la opinión y la participación social, con el involucramiento de los actores en cada caso. El diseño de las políticas no compete únicamente a las cúpulas y a los técnicos sino, cada vez más, a los grupos interesados, a los otrora llamados “beneficiarios”. Es parte de la responsabilidad de quienes dirigen facilitar las condiciones para que la población participe y contribuya desde criterios informados y cabalmente deliberados en el seno de sus respectivas organizaciones.” (Rosa María Torres)
El camino en el campo de la alfabetización no está rodeado de rosas ni de agua de malvas, todo lo contrario. No despegaremos en educación si estos problemas no son abordados desde el campo de la política educativa que se nutra de la reflexión, del debate, del conocimiento de la población, de las instituciones y no sólo de los que están en el gobierno. La educación es tan trascendente para quedarse rampando en el mundo de la coyuntura y a la pesca de un padrino sin escrúpulos. Que no se vuelvan a perder oportunidades que nuestro país merece otro trato.
Por ello, no volver al nefasto hábito de pensar que quien está en el gobierno es el que todo lo sabe y todo lo puede y que los desafíos dependen de lo que lleve en agenda aquel que es designado –vaya usted a saber las razones- para ejercer el mayor cargo en la gestión y rodearse de “sí, señor” en cada funcionario de confianza. Existen desafíos que deben asumirse y es el momento de formar personas de manera integral y no de acuerdo a los enfoques que los funcionarios del Banco Mundial u otras agencias nos “venden”. Necesitamos funcionarios con conocimiento, con capacidad crítica y mucho compromiso, que sepan interpretar los signos de los tiempos y lo que la sociedad demanda y no el partido político en el gobierno.
Quisiéramos ver un comunicado dando cuenta del foro realizado y dando a conocer las ideas fuerza del evento y no la memoria, como si fuera un obituario. El país se los demanda, antes que la burla y la manera socarrona cómo se expresan quienes hoy están en el poder y dentro de un año y medio deben rendir cuenta de lo que hicieron. Pero esa es otra batalla que habrá que dar.
Por Luis Miguel Saravia C.
Fuente: Blog Educador
En Lima, Perú, el día de la alfabetización fue preparándose en festejos desde que se inició el mes de septiembre. El fin de semana, apareció un aviso pagado en los diarios que bajo el título PERU Ministerio de Educación y Programa de Movilización por la alfabetización, invitaban al foro: “Por un Perú Libre de Analfabetismo” donde participarían el Ministro de Educación, José Antonio Chang E.; la Ministra de la Mujer y Desarrollo Social Nidia Vilchez Y. la Secretaria Técnica de la Comisión Interministerial de Asuntos Sociales – CIAS, y Jaime Canfux G. del Instituto Internacional de Investigación Educativa del Convenio Andrés Bello. Y representantes del Ministerio de Educación, UNESCO, OEI, IPLAC, Derrama Magisterial; Consejo Nacional de Educación, JUNTOS, CONADIS, INDEPA, GRADE, ADRA, Universidad Católica Sedes Saì9entiae; Universidad Marcelino Champagnat y Universidad San Martín de Porres. ENTRADA LIBRE. El slogan decía CRECER EN ALFABETIZACIÓN EL PERÚ AVANZA
Dos días de “algarabía” oficial por algo que es una responsabilidad y un derecho: la educación. Ahí están las crónicas de los diarios, las notas de prensa y las audiciones que rápidamente fueron borradas seguramente para no aceptar una crítica al Programa “exitoso” presentado bajo el padrinazgo presidencial.
Una revisión de los titulares de la Agencia Oficial ANDINA del día 7 de septiembre, y el diario EL PERUANO, permitirán al lector informarse desde la voz oficial y no del maquillaje de la prensa cómo es tratado el tema de la alfabetización.”. “Altas tecnologías se incorporan a los círculos de alfabetización en el país. Iletrados aprenden a leer y escribir con herramientas interactivas y video clases. Gobierno entregó 20 mil televisores con DVD y 20 mil juegos de clases en video.” ANDINA, 06.09.09)... “Jefe del Estado plantea exposición itinerante de trabajos de alfabetizados en colegios” (ANDINA. 07.09.09) “CÍRCULOS DE ALFABETIZACIÓN APLICAN MODELO CUBANO “Yo si puedo”. Iletrados aprenden por medio audiovisual. (EL PERUANO. 07.09.09) CERCA DE 20 MIL FACILITADORES PERMITIÓ ALFABETIZAR A MÁS DE 852 MIL PERUANOS.”(Oficina de Prensa y Comunicaciones Ministerio de Educación).
¿Tanta exultación porque se cumple con una obligación y un derecho? ¿Tanta complacencia con algo que el Ministerio de Educación debe realizar por mandato de la Ley y no por haber constituido –ECHANDO POR LA BORDA EXPERIENCIA Y LOGROS DE AÑOS- un Programa destituyendo a quienes sabían del tema e imponiendo un extraño para dirigirlo?
El día 8 de septiembre El Peruano hablando sobre el foro y dando cuenta de las palabras del Presidente de la República , escribía “Plantea crear museo de la alfabetización”. En un alarde de creatividad sobre los manuscritos y grabaciones del millón doscientos mil (¿?) peruanos que fueron alfabetizados, sugiere que podría llamarse el Museo de Verdad de la Memoria de los Alfabetizados.” Y continúa: “Me interesaría mucho que el testimonio escrito, este museo maravilloso de la memoria de un millón 200 mil peruanos que fueron analfabetos y que ahora escriben y leen, mostrara sus manuscritos y grabaciones de cuando están leyendo”, expresó. Además siguen otros artículos que basados en los anteriores presentan lo mismo pero de forma periodística (EDITORIAL.. Alfabeetización audiovisual; Tarea primordial y Alfabetizadotes. EL PERUANO.08-09- 09).
Así pasó desapercibido lo que los evaluadores del CAB expresaron con relación al informe de medio término, que se empleó un método global. Ahora expresa la nota periodística que en los Círculos de Alfabetización aplican el modelo cubano “Yo Si Puedo”. También dicen que con el soporte audiovisual de alta tecnología los iletrados de diferentes partes del país aprenden a leer y a escribir de una forma interactiva como parte de una novedosa metodología “Aprender y Crecer” diseñada por especialistas peruanos, que se basa en el YSP que tiene el reconocimiento de la UNESCO. Sin embargo, no se dice toda la verdad que contiene el Informe del Estudio sobre la Eficacia y la viabilidad del método de alfabetización “Yo sí puedo” que recoge el Consejo Ejecutivo en su 175ª. Reunión del 25 de agosto de 2006 en París. Sólo una muestra de una de sus conclusiones para que el lector tenga en cuenta: “Conclusiones Principales: Eficacia. 29. Salvo raras excepciones, el método no presta mucha atención a la aritmética y la reflexión crítica y no suele tener en cuenta las adquisiciones anteriores en materia de aprendizaje (por ejemplo, en el caso de las personas que han desertado la escuela) o el saber preeexistente (conocimientos o competencias tradicionales) . Da prioridad a procesos de aprendizaje que son un tanto mecánicos y se contemplan como meros instrumentos”.
Para tener una idea, además, de que hay que tener mucho cuidado en las afirmaciones que se hacen, aquí sólo nombramos las Recomendaciones que están recogidas en el punto 37. del documento citado: 1) Concebir planes para la postalfabetización; 2) Mejorar la coordinación; 3) Revisar el modelo conceptual; 4) Adaptarse al contexto; 5) Fomentar la capacitación de los alfabetizadotes y coordinadores, 6) Mejorar los sistemas de documentación e información; 7) Promover la apropiación a nivel nacional y local; 8) Promover la educación en tanto que derecho de todo ser humano.” Sólo hemos puesto el título pro se puede colegir el contenido. En la parte referida a Conclusión, luego de reconocer cierto aporte al método y el apoyo horizontal prestado por Cuba, se sugiere “…mejorar el impacto del método… sobre todo en lo que respecta al marco conceptual, la adaptación en el plano cultural y lingüístico, la garantía de su perdurabilidad, la apropiación a nivel nacional, la transparencia de la información y la sinergia con otros métodos y otras partes interesadas.” Huelgan los comentarios. Otra vez nos “vendieron espejitos” y no supimos que ya los teníamos: el esfuerzo de tantos educadores nacionales cuya madurez etaria no invalida sus aportes, como con menosprecio dijo una alta funcionaria del Perú ante UNESCO, con motivo de una citada entrevista radial.
Prosiguiendo con lo que expresó el director del PRONAMA refiriéndose a los textos que se trabajan, que eran de muy buena calidad, y también se trabaja con métodos tradicionales. Además dijo que el facilitador o alfabetizador cuenta con una guía, un cuaderno de trabajo, como parte de un método práctico, tomando como referencia la experiencia de los especialistas. (Angel Velásquez, jefe del PRONAMA en EL PERUANO. 07.09.09) ¿Entendieron? Yo tampoco.
Más allá de lo extraño que nos parece toda la publicidad realizada para presentar un esfuerzo, la ausencia de una reflexión sobre política para la alfabetización nacional en la perspectiva de construir no programas sino mecanismos para que el sistema educativo no vaya generando, por descuido, por falta de previsión, por anomia de funcionarios y políticos, nuevos analfabetos. ¿Qué hacer para que no haya un retroceso? ¿Seguir el entusiasmo presidencial de convocar en el Estadio Nacional para que gente de buena voluntad done libros, sin tener criterios claros sobre qué se donaría para los alfabetizados? ¿Por qué el silencio del PRONAMA? ¿No estamos acaso de esta manera generando más marginalidad, más exclusión al darle “lo que sobra” o lo que ya no se utiliza en casa a quienes se han esforzado por alfabetizarse?
El proceso de alfabetización no es sólo que nos cuenten cómo se incorpora un analfabeto al mundo de los alfabetos. Tampoco que nos digan que el proceso dura 208 horas y que puede equivaler a seis meses asistiendo tres veces por semana a las sesiones. Nada nuevo, así como tampoco el contar con 20 mil alfabetizadotes (facilitadores hoy). ¿Cuántos de ellos son alumnos de los últimos años de secundaria o futuros docentes que se vienen formando en los Institutos Superiores Pedagógicos? ¿Por qué tanta suspicacia a las críticas que contiene el Pronunciamiento dado a conocer por educadores y académicos peruanos cuando se dio a conocer el informe de medio término? ¿Por qué tanta arrogancia de la representante de UNESCO en el Ministerio de Educación (y a la vez Secretaria Nacional del Convenio Andrés Bello en el país) en la entrevista por Radio Programas del Perú? ¿Si no sabemos escuchar, si no sabemos valorar lo que los compatriotas aportan qué política de educación inclusiva se practica? Años de trabajo de estos educadores firmantes no pueden menospreciarse y menos vanagloriarse de una evaluación internacional mediatizada por profesionales poco reconocidos internacionalmente.
Creo que es el momento de tener claridad en el tema de alfabetización para que no nos cuenten el cuento y creamos que estamos en el mejor de los mundos. Estimo que en la región Rosa María Torres – una autoridad continental en el tema- en una entrevista del año 2007 (Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), planteaba temas centrales para discutirlos o para ponerlos en práctica cuando de alfabetización se trata. Sin embargo ha sido soslayada de manera elegante por muchos expertos. Decía entonces Rosa María y sigue vigente hoy que “…no existe estrictamente un “estar alfabetizado”; estamos continuamente perfeccionando nuestras habilidades para leer y escribir. Porque a leer se aprende leyendo y a escribir se aprende escribiendo. En todo caso, diríamos que una persona está “alfabetizada” cuando maneja con autonomía el lenguaje escrito, lee comprendiendo lo que lee y es capaz de transmitir con claridad sus propias ideas por escrito, de modo que otras personas puedan comprender lo que escribe. Esta persona no necesita más facilitadores o programas ad-hoc para seguir aprendiendo a leer y escribir; a partir de lo que sabe puede continuar leyendo y escribiendo sola, con
propósito y con sentido, utilizando y perfeccionando sus habilidades para expresarse y comunicarse, lo que es la base misma del aprendizaje a lo largo de la vida.
Plantea además, que el término “alfabetizado” “…requiere repensarse, porque cambió mucho lo que entendemos por “leer” y “escribir”, la noción de “enunciado simple” y la propia vida cotidiana de la gente.”
Propone, también temas para el debate sustantivo y no lo adjetivo de cómo se aplica un programa. Lamentablemente estamos desfasados de lo que se viene investigando y aportando desde nuestras realidades de cara a los problemas que vivimos los pueblos urbanos y rurales en la región y no pensando que la tecnología en alianza con Telefónica solucionará un problema de índole cultural y educativo. Pero para eso se requiere otra manera de pensar, apreciar, valorar y querer comprometidamente, ser educadores y no eventuales interesados por nuestros problemas ancestrales mientras se cuente con los favores políticos y no intelectuales del gobierno de turno. Alguien podría debatir sobre este planteamiento que se expresa en la entrevista a Rosa María Torres cuando dice: “¿Cuáles son los requerimientos básicos de lectura y escritura, por ejemplo, para una persona joven o adulta que vive en área urbana, usa transporte público, camina por la calle e intenta cruzarla, necesita buscar y conseguir trabajo, manejar, llenar un formulario, entender un manual, leer un periódico, un cartel, un libro, los subtítulos en la televisión, inscribirse en algún curso a distancia para continuar estudiando, participar en el mundo escolar de los hijos, en la vida del barrio, manejarse en un centro de salud, un banco, una plaza pública? ¿Qué se requiere hoy, en materia de lectura y escritura, para enfrentarse a una computadora y aprender a manejarla?” Tener un Programa de alfabetización no es contar con una plantilla y aplicarla. Implica diseñar, discutir, convocar a otras disciplinas y decidir qué enfoque pedagógico, además en nuestro caso de país, que sea intercultural.
Los espejitos de hoy – de plasma y DVD- que nos venden los nuevos “colonizadores” poseedores de la fórmula mágica para que todos se incorporen a esta sociedad moderna, cautiva de un sistema económico excluyente de los que menos tienen y menos saben, vienen envueltos en tecnología digital, introducen a los sujetos alfabetizados al mercado, los domestican para ser nuevos consumidores, nuevos acreedores de bancos y casas de crédito que les piden sólo la firma, para engancharlos y someterlos e hipotecar su magro salario. Por ello consideramos en este contexto que vivimos que “el objetivo no es alfabetizar, enseñar a leer y escribir a las personas, sino asegurar las condiciones para que lean y escriban efectivamente, significativamente. A esto llamamos “cultura escrita… La consigna no es sólo enseñar a leer y escribir, sino acercar la lectura y la escritura a la gente, y especialmente a las familias, comunidades y grupos sociales más pobres y que más las necesitan.” (Rosa María Torres en entrevista mencionada).
Estamos hablando de otro tipo de política de alfabetización y no la mirada complaciente acompañada de estadísticas como lo hace el Presidente de la República que recordaba que cuando era niño había el 40% de la población analfabeta y de entonces a esta parte se está logrando revertir esta situación. ¿Pero se ha puesto a pensar y con él quienes dirigen la educación del país que eso es ser contemplativos y regocijarse en la historia y no mirar los nuevos retos, las nuevas preguntas que se hace la sociedad?, ¿por qué si tenemos tantos adelantos, el sistema sigue produciendo analfabetos y se siguen aplicando las mismas recetas? Las corrientes de los educadores comprometidos van por otros caminos, no renunciando a la mirada crítica de nuestros problemas sino a partir de ellos diseñando nuevas formas de interpretarlos. Y en esto también la entrevista de Rosa María Torres es aleccionadora cuando nos dice. “…, acceder a la cultura escrita pasa por la alfabetización pero va mucho más allá de ésta. Con esto no queremos decir que acceder a la cultura escrita es acceder a un programa de postalfabetización, como suele llamársele, sino a los usos de la lectura y la escritura en situaciones reales de la vida cotidiana, en el hogar, en el trabajo, en el ocio, en los ámbitos educativos y de participación social, etc. Crear ambientes letrados implica poner a disposición pública todo tipo de materiales de lectura y escritura. No sólo en escuelas y bibliotecas sino en
calles, plazas, mercados, paradas de buses, canchas deportivas, hospitales,
cárceles, etc. No después de la alfabetización, como suele pensarse, sino antes de y junto con. Porque ese ambiente letrado facilita y motiva hacia el
(aprender a) leer y el escribir, y le da sentido”.Claro pero esto va a contrapelo de lo que indica el mercado en cuanto a publicidad. Hay que “vender imagen” y por ello de rey a paje (es decir de presidente a alcalde, pasando por congresistas) utilizan los carteles para “vender” su imagen y su obra. De lo contrario no son reelegidos o no son considerados en las encuestas.
Sería muy extenso seguir citando esta interesante entrevista, que deberían leerla y debatirla quienes se ufanan por logros intrascendentes. Para concluir, transcribo una pregunta que considero central y que me hubiera gustado se plantease en el foro realizado “¿Cómo pensar políticas de alfabetización considerando la gran diversidad social y cultural existente en los diversos países y dentro de cada país? Justamente: la buena política educativa es aquella que asume e incluye expresamente la diversidad como principio central y condición de eficacia de la política, tanto en el diseño como en la ejecución. No hay nada que obligue a una política a ser homogénea, igual para todos, nacional, regional, mucho menos globalizada. Esa es la mala política, la que norma pero no funciona y a la que estamos acostumbrados, principalmente a través de la acción de los organismos internacionales. La buena política es contextualizada, es participativa, y se hace cargo de sus condiciones de implementación, alentando la diversificación, que es lo que exige la especificidad de cada contexto y momento. …Esa buena política no se puede hacer sólo desde el conocimiento experto; éste requiere contrastarse y complementarse con otros saberes especializados, con el sentido común, con el conocimiento práctico, con la opinión y la participación social, con el involucramiento de los actores en cada caso. El diseño de las políticas no compete únicamente a las cúpulas y a los técnicos sino, cada vez más, a los grupos interesados, a los otrora llamados “beneficiarios”. Es parte de la responsabilidad de quienes dirigen facilitar las condiciones para que la población participe y contribuya desde criterios informados y cabalmente deliberados en el seno de sus respectivas organizaciones.” (Rosa María Torres)
El camino en el campo de la alfabetización no está rodeado de rosas ni de agua de malvas, todo lo contrario. No despegaremos en educación si estos problemas no son abordados desde el campo de la política educativa que se nutra de la reflexión, del debate, del conocimiento de la población, de las instituciones y no sólo de los que están en el gobierno. La educación es tan trascendente para quedarse rampando en el mundo de la coyuntura y a la pesca de un padrino sin escrúpulos. Que no se vuelvan a perder oportunidades que nuestro país merece otro trato.
Por ello, no volver al nefasto hábito de pensar que quien está en el gobierno es el que todo lo sabe y todo lo puede y que los desafíos dependen de lo que lleve en agenda aquel que es designado –vaya usted a saber las razones- para ejercer el mayor cargo en la gestión y rodearse de “sí, señor” en cada funcionario de confianza. Existen desafíos que deben asumirse y es el momento de formar personas de manera integral y no de acuerdo a los enfoques que los funcionarios del Banco Mundial u otras agencias nos “venden”. Necesitamos funcionarios con conocimiento, con capacidad crítica y mucho compromiso, que sepan interpretar los signos de los tiempos y lo que la sociedad demanda y no el partido político en el gobierno.
Quisiéramos ver un comunicado dando cuenta del foro realizado y dando a conocer las ideas fuerza del evento y no la memoria, como si fuera un obituario. El país se los demanda, antes que la burla y la manera socarrona cómo se expresan quienes hoy están en el poder y dentro de un año y medio deben rendir cuenta de lo que hicieron. Pero esa es otra batalla que habrá que dar.
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