viernes, 20 de mayo de 2011

TRIBUNA ABIERTA

Del diagnóstico a la vida independiente: ¿Estamos considerando el panorama completo?
Por Arlette Fernández Castillo
Publicado en Educared

El Estado y organismos de la sociedad civil se encuentran realizando grandes esfuerzos por la rehabilitación, legislación, intervención temprana, matrícula inclusiva, empleabilidad, manejo del tiempo libre y otras acciones orientadas a etapas específicas de la vida de las personas con habilidades diferentes. Algunas de estas propuestas presentan mejores cifras que otras, pues tienen mayor respaldo institucional, profesionales mejor capacitados y/o comprometidos, mayor cantidad de recursos, autoridades involucradas con el tema, entre otras. Sin embargo, no quisiera centrarme en el análisis de los resultados de las mismas, sino reflexionar juntos y conocer sus opiniones sobre la importancia de que todas las propuestas de atención a la diversidad, sobre todo las educativas, no se centren únicamente en lo que deben hacer para una etapa o nivel específico, sino que consideren los antecedentes y sobre todo los retos y aprendizajes futuros que tendrán que enfrentar estas personas, para que el trabajo realizado sea significativo, de calidad, realista y funcional.

Para que una persona con discapacidad pueda llegar con todas las actitudes, aptitudes, competencias, aprendizajes y potencialidades desarrolladas para vivir como adulto efectivo en la sociedad, los programas realizados, la escolaridad (inclusiva o no), terapias, etc. que realice a lo largo de su vida no pueden estar aisladas las unas de las otras, ser excluyentes, antagónicas o dejar áreas de desarrollo sin trabajar. Y esto debe contemplarse desde el diagnóstico de su condición hasta su vida adulta, ya sea ésta totalmente independiente o con necesidad de apoyo semipermanente (de acuerdo a su propio desarrollo individual y a la acción que el entorno ejerció durante su vida).

Es por esto que es fundamental que todos los profesionales que forman y formarán parte de la vida de las personas con habilidades diferentes desde que nacen, consideren que sus acciones aportarán o no a acciones pasadas y futuras, y que éstas afectarán no sólo a una etapa (por ejemplo la escolar) específica, sino a todos los aspectos que forman parte de nuestra humanidad.

¿Tomamos en cuenta este continumm cuando programamos nuestras sesiones de clase o realizamos adaptaciones curriculares? ¿Lo considera el pediatra y/o neurólogo que da un diagnóstico de discapacidad? ¿Qué opinan los profesionales que trabajan en formación laboral cuando reciben jóvenes que saben leer y escribir pero que no cuentan con habilidades sociales que finalmente les permitirán obtener y mantener un empleo?

¿Estamos considerando el panorama completo?

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