TRIBUNA ABIERTA
Tatarabuelos y abuelos del SUTEP
Por Sigfredo Chiroque
Publicado en su Blog
El martes pasado, 6 de julio, no solamente se celebró en el Perú el Día del Maestro y de la Maestra, sino también un año más de la creación del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP). A propósito de este aniversario, recordemos -de manera resumida- los antecedentes del SUTEP.
Los orígenes del gremialismo peruano datan de fines del siglo XIX. Esto tiene que ver con la percepción y posterior conciencia de los docentes, en el sentido que ellos constituyen un grupo social, relacionado a la presión, defensa y/o desarrollo de sus aspiraciones personales, profesionales y laborales. Los se irán transformando en . La satisfacción de las aspiraciones se buscará inicialmente al interior del mismo grupo (mutualismo), para después requerirlas fuera de sí, en el empleador y en el conjunto social (sindicalismo).
1. El gremialismo magisterial peruano, hasta ahora, se puede clasificar en 5 etapas: Gremialismo asociativo-mutual (1884-1930) / Sindicalismo libre (1931-1955) / Sindicalismo clasista (1956-1990) / Sindicalismo clasista de resistencia (1991-1999) / Sindicalismo clasista democrático y de búsqueda de nueva identidad (2000-2010ss). El Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP) se constituye en 1972, durante la etapa de Sindicalismo clasista. Dentro de esta trayectoria, recordemos los antecedentes del SUTEP.
GREMIALISMO ASOCIATIVO-MUTUAL (1884-1930)
2. En 1876, comenzó la primera “municipalización de la educación” en el Perú. En esa fecha, el entonces Presidente de la República Manuel Pardo decidió entregar la gestión de la educación primaria a las municipalidades. La desastrosa experiencia solamente perduró hasta 1905. En este período, la educación básica se deterioró más de lo que estaba y los maestros de primaria (“preceptores”) sintieron las consecuencias de un modelo que olvidaba la educación de los humildes. Es una época, donde para solventar a los docentes, se puso en marcha la denominada “pitanza”. Esta disposición obligaba a las familias a entregar semanalmente alimentos a los docentes, como un mecanismo de ayudarles en sus bajos ingresos.
En este contexto de dificultades –para febrero de 1884- un núcleo de docentes limeños decidió crear la «Sociedad fraternal de profesores». La iniciativa no prosperó, pero sentó las bases para que un año después -mayo 1895- se crease la «Sociedad de Preceptores», con fines de ayuda mutua y también de carácter cultural y pedagógico.
3. Posteriormente en 1902, se creó la Liga Nacional de Primera Enseñanza y en 1912 la "Federación Nacional de Preceptores» (FNP), con un claro intento mutual. Para 1913, ya tenía 52 «sociedades de preceptores» de base.
4. Con los primeros profesores egresados de las Escuelas Normales, la FNP impulsó la organización de la Asociación Nacional de Normalistas (1905). Históricamente, fue determinante que los integrantes de esta Asociación fuesen egresados de un mismo centro de formación magisterial: la amistad generada aquí y el tener que trabajar en diversos lugares del país permitieron que los maestros fueran tomando conciencia de ser “grupo social” y que su organización gremial fuese asumiendo una cobertura nacional
5. La configuración elitista de la educación peruana de entonces, también se manifestaba en el campo magisterial. Los maestros de educación primaria (los preceptores) estaban más cerca de la población excluida, mientras que los docentes de educación secundaria más cerca de los grupos sociales pudientes. Fue el presidente Leguía quien –con afán electoral- impulsó, en 1924, la creación de la Asociación de Maestro de Segunda Enseñanza.
6. José Carlos Mariátegui reconocería que los docentes de Educación Primaria tenían mayor autonomía y radicalidad que los de secundaria. En la década de 1920, preconizó opciones que le permitiesen superar la organización meramente mutual. Diría nuestro Amauta: «Precisamente lo que falta todavía en el Perú, a la corporación de maestros primarios es un definido orientamiento ideológico. Existen núcleos bien informados y adoctrinados; pero estos núcleos no representan la conciencia de la corporación» (1).
SINDICALISMO LIBRE (1931-1955)
7. Los trabajadores en general se organizan en “asociaciones mutuales” cuando –a partir de sus vivencias- descubren que pueden mejorar sus condiciones de vida con la “ayuda mutua”. Superan el mutualismo, cuando descubren que hay un empleador común que no les brinda adecuadas condiciones salariales y de trabajo y, por lo tanto, hay que organizarse en función a esta situación de empleo. Nacen los sindicatos, que –sin negar la potencialidad mutual- reorientan la práctica-conciencia-organización de los trabajadores.
8. En el Perú –ya desde fines del siglo XIX- se desarrolló el movimiento obrero. Inicialmente asumió también un carácter mutual, pero posteriormente se fueron formando los sindicatos obreros, desde la primera-segunda década del siglo XX. El marxista José Carlos Mariátegui y el aprista Víctor Raúl Haya de la Torre son dos referentes para la organización de los trabajadores, en la década de 1920. Los obreros asumirían rápidamente las tesis mariateguistas del “sindicalismo clasista” y organizaron la Confederación General de Trabajadores del Perú, CGTP (1929).
9. El sindicalismo “clasista” supone que la lucha de un gremio va más allá de su grupo; puesto que la lucha de un sindicato-grupo particular debe ser parte de la lucha de toda una clase social explotada. No se trata, entonces, de luchar solamente contra un patrón dueño de un centro de trabajo; sino también contra un modelo de sociedad que permite la hegemonía de una clase que oprime al conjunto de la clase trabajadora.
10. En la década de 1920, los docentes se inclinarían por el enfoque aprista de policlasismo, de armonía entre Estado-Capital-Trabajo. El sindicalismo clasista no tuvo aceptación en las primeras experiencias sindicales del magisterio peruano.
11. El 01 de diciembre de 1931, se crearía la Federación de Maestros del Perú, con la hegemonía del Partido Aprista del Perú. La nueva organización gremial de los maestros aglutinaba a los docentes organizados en “asociaciones” de educación primaria, secundaria y técnica. Importa aclarar que -pese a conservar la terminología asociativa- la forma organizativa real de ellas fue de carácter sindical, con la ideología del “sindicalismo libre” de la época.
12. Para 1942 y bajo el influjo aprista, tenían presencia activa: la Asociación Nacional de Profesores de Educación Primaria, (ANPEP) y Asociación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (ANPES). Dos años después se conformarían la Asociación Nacional de Profesores de Educación Técnica (ANPET) y la Asociación Nacional de Profesores de Educación Física (ANPEF). En esta década, se inicia la práctica de “pliegos de reclamos” y las primeras “movilizaciones” del magisterio nacional.
13. Es interesante anotar que en esta etapa –como en la anterior- se daba un nexo relativo entre la práctica gremial y la práctica pedagógica del docente. Los gremios organizaban eventos pedagógicos, pero sin mayor atingencia de relacionar lo pedagógico con cambio de sistema.
SINDICALISMO CLASISTA: NACE EL SUTEP
14. Como hemos dicho, el sindicalismo clasista no tuvo aceptación inicial en el magisterio. Tuvieron que pasar 25 años para que esto se diese, por influjo de nuevas generaciones de docentes que salían de las universidades donde la formación marxista era casi obligatoria. Fueron surgiendo nuevas fuerzas políticas: en la Universidad Nacional de Educación «La Cantuta» (el Partido Comunista moscovita) y en sectores radicalizados de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (“comunistas chinos” o “maoístas”). Las nuevas fuerzas –con un definido enfoque marxista y autodenominado “clasista”- se hicieron sentir, cuando se comenzó a transitar de la organización asociativa o mutual a la organización sindical clasista (2).
15. Insistimos en destacar la importancia que adquiere el haber estudiado en una misma institución. Esta situación y el uso creciente de medios de comunicación (cartas y teléfono) generaron condiciones materiales para que el gremio fuese adquiriendo con mayor nitidez su rasgo de nacional. Los maestros se fueron considerando colectividad de alcance nacional
16. En 1956, la ANPEP se convertiría en Sindicato de Profesores de Educación Primaria (SINPEP); en 1964, la ANPES se transformaría en SINPES y así sucesivamente. En realidad, se estaba dando el tránsito del sindicalismo libre al sindicalismo clasista, con la hegemonía de los seguidores del denominado “PC moscovita”.
17. La lucha política por el control de las organizaciones magisteriales fue clara a fines de la década de 1960. Apristas y comunistas pugnaron en este campo, para lo cual se dio muerte a la ANPEP y se creó la Federación Nacional de Educación Primaria (FENEP) en doble versión (aprista y comunista). Mientras tanto la nueva izquierda (“los chinos” o “maoístas”) avanzaba, a tal punto que en 1967 crean la “Coordinadora Magisterial de Unidad y Lucha” (COMUL), que permitió desencadenar una oleada de huelgas nacionales del magisterio nacional de todos los niveles y modalidades.
18. Importa destacar el nacimiento de los pliegos de reclamos y las plataformas de lucha, como creación colectiva y de consulta. Al hacerse con participación de las bases organizadas, se permitió que creciese la conciencia y práctica de construir la propia identidad laboral y de condiciones de trabajo. Mediante la elaboración de estos documentos, el magisterio peruano perfilaba lo que quería ser laboralmente y avanzaba en su proceso de individuación, y de considerarse sujeto y actor social.
19. El auge del COMUL le permitió convocar a 320 delegados a un Congreso magisterial en el Cusco. El 6 de julio de 1972 se crea el Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP). Las fuerzas apristas y moscovitas fueron superadas por tendencias de mayor radicalidad. Posteriormente –por razones legales- la palabra “único” (del SUTEP) fue cambiada por “unitario”. En El SUTEP confluyeron maestros de los diversos niveles o especialidades de la educación básica; sin embargo, importa advertir que antes del SUTEP la iniciativa gremial la tenían los docentes de educación primaria, pero con su nacimiento el liderazgo y el activismo recayó en los de educación secundaria.
20. La nueva forma de agremiación traía algunos elementos importantes: (1) Se asumía formalmente la organización sindical; (2) Se hacía opción explícita a un enfoque clasista de sindicato; el SUTEP nace con el lema de “Por una línea sindical clasista”; (3) Se consideraba a los maestros como trabajadores; (4) Los gremios de diversos niveles educativos se organizaban en un solo sindicato; (5) Se generó el hábito de diseñar colectiva y anualmente un “Pliego de Reclamos” y una “Plataforma de lucha”; (6) Los maestros asumían como suyas las formas de lucha de la clase trabajadora.
21. La autoidentificación de los maestros como “trabajadores” no fue fácil. No era solamente una cuestión de nombre, sino de pertenencia a la “clase trabajadora” y esto generó inicialmente el uso de los métodos de lucha del sindicalismo obrero y posteriormente el ingreso del SUTEP a la CGTP (1981).
Por Sigfredo Chiroque
Publicado en su Blog
El martes pasado, 6 de julio, no solamente se celebró en el Perú el Día del Maestro y de la Maestra, sino también un año más de la creación del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP). A propósito de este aniversario, recordemos -de manera resumida- los antecedentes del SUTEP.
Los orígenes del gremialismo peruano datan de fines del siglo XIX. Esto tiene que ver con la percepción y posterior conciencia de los docentes, en el sentido que ellos constituyen un grupo social, relacionado a la presión, defensa y/o desarrollo de sus aspiraciones personales, profesionales y laborales. Los se irán transformando en . La satisfacción de las aspiraciones se buscará inicialmente al interior del mismo grupo (mutualismo), para después requerirlas fuera de sí, en el empleador y en el conjunto social (sindicalismo).
1. El gremialismo magisterial peruano, hasta ahora, se puede clasificar en 5 etapas: Gremialismo asociativo-mutual (1884-1930) / Sindicalismo libre (1931-1955) / Sindicalismo clasista (1956-1990) / Sindicalismo clasista de resistencia (1991-1999) / Sindicalismo clasista democrático y de búsqueda de nueva identidad (2000-2010ss). El Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP) se constituye en 1972, durante la etapa de Sindicalismo clasista. Dentro de esta trayectoria, recordemos los antecedentes del SUTEP.
GREMIALISMO ASOCIATIVO-MUTUAL (1884-1930)
2. En 1876, comenzó la primera “municipalización de la educación” en el Perú. En esa fecha, el entonces Presidente de la República Manuel Pardo decidió entregar la gestión de la educación primaria a las municipalidades. La desastrosa experiencia solamente perduró hasta 1905. En este período, la educación básica se deterioró más de lo que estaba y los maestros de primaria (“preceptores”) sintieron las consecuencias de un modelo que olvidaba la educación de los humildes. Es una época, donde para solventar a los docentes, se puso en marcha la denominada “pitanza”. Esta disposición obligaba a las familias a entregar semanalmente alimentos a los docentes, como un mecanismo de ayudarles en sus bajos ingresos.
En este contexto de dificultades –para febrero de 1884- un núcleo de docentes limeños decidió crear la «Sociedad fraternal de profesores». La iniciativa no prosperó, pero sentó las bases para que un año después -mayo 1895- se crease la «Sociedad de Preceptores», con fines de ayuda mutua y también de carácter cultural y pedagógico.
3. Posteriormente en 1902, se creó la Liga Nacional de Primera Enseñanza y en 1912 la "Federación Nacional de Preceptores» (FNP), con un claro intento mutual. Para 1913, ya tenía 52 «sociedades de preceptores» de base.
4. Con los primeros profesores egresados de las Escuelas Normales, la FNP impulsó la organización de la Asociación Nacional de Normalistas (1905). Históricamente, fue determinante que los integrantes de esta Asociación fuesen egresados de un mismo centro de formación magisterial: la amistad generada aquí y el tener que trabajar en diversos lugares del país permitieron que los maestros fueran tomando conciencia de ser “grupo social” y que su organización gremial fuese asumiendo una cobertura nacional
5. La configuración elitista de la educación peruana de entonces, también se manifestaba en el campo magisterial. Los maestros de educación primaria (los preceptores) estaban más cerca de la población excluida, mientras que los docentes de educación secundaria más cerca de los grupos sociales pudientes. Fue el presidente Leguía quien –con afán electoral- impulsó, en 1924, la creación de la Asociación de Maestro de Segunda Enseñanza.
6. José Carlos Mariátegui reconocería que los docentes de Educación Primaria tenían mayor autonomía y radicalidad que los de secundaria. En la década de 1920, preconizó opciones que le permitiesen superar la organización meramente mutual. Diría nuestro Amauta: «Precisamente lo que falta todavía en el Perú, a la corporación de maestros primarios es un definido orientamiento ideológico. Existen núcleos bien informados y adoctrinados; pero estos núcleos no representan la conciencia de la corporación» (1).
SINDICALISMO LIBRE (1931-1955)
7. Los trabajadores en general se organizan en “asociaciones mutuales” cuando –a partir de sus vivencias- descubren que pueden mejorar sus condiciones de vida con la “ayuda mutua”. Superan el mutualismo, cuando descubren que hay un empleador común que no les brinda adecuadas condiciones salariales y de trabajo y, por lo tanto, hay que organizarse en función a esta situación de empleo. Nacen los sindicatos, que –sin negar la potencialidad mutual- reorientan la práctica-conciencia-organización de los trabajadores.
8. En el Perú –ya desde fines del siglo XIX- se desarrolló el movimiento obrero. Inicialmente asumió también un carácter mutual, pero posteriormente se fueron formando los sindicatos obreros, desde la primera-segunda década del siglo XX. El marxista José Carlos Mariátegui y el aprista Víctor Raúl Haya de la Torre son dos referentes para la organización de los trabajadores, en la década de 1920. Los obreros asumirían rápidamente las tesis mariateguistas del “sindicalismo clasista” y organizaron la Confederación General de Trabajadores del Perú, CGTP (1929).
9. El sindicalismo “clasista” supone que la lucha de un gremio va más allá de su grupo; puesto que la lucha de un sindicato-grupo particular debe ser parte de la lucha de toda una clase social explotada. No se trata, entonces, de luchar solamente contra un patrón dueño de un centro de trabajo; sino también contra un modelo de sociedad que permite la hegemonía de una clase que oprime al conjunto de la clase trabajadora.
10. En la década de 1920, los docentes se inclinarían por el enfoque aprista de policlasismo, de armonía entre Estado-Capital-Trabajo. El sindicalismo clasista no tuvo aceptación en las primeras experiencias sindicales del magisterio peruano.
11. El 01 de diciembre de 1931, se crearía la Federación de Maestros del Perú, con la hegemonía del Partido Aprista del Perú. La nueva organización gremial de los maestros aglutinaba a los docentes organizados en “asociaciones” de educación primaria, secundaria y técnica. Importa aclarar que -pese a conservar la terminología asociativa- la forma organizativa real de ellas fue de carácter sindical, con la ideología del “sindicalismo libre” de la época.
12. Para 1942 y bajo el influjo aprista, tenían presencia activa: la Asociación Nacional de Profesores de Educación Primaria, (ANPEP) y Asociación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (ANPES). Dos años después se conformarían la Asociación Nacional de Profesores de Educación Técnica (ANPET) y la Asociación Nacional de Profesores de Educación Física (ANPEF). En esta década, se inicia la práctica de “pliegos de reclamos” y las primeras “movilizaciones” del magisterio nacional.
13. Es interesante anotar que en esta etapa –como en la anterior- se daba un nexo relativo entre la práctica gremial y la práctica pedagógica del docente. Los gremios organizaban eventos pedagógicos, pero sin mayor atingencia de relacionar lo pedagógico con cambio de sistema.
SINDICALISMO CLASISTA: NACE EL SUTEP
14. Como hemos dicho, el sindicalismo clasista no tuvo aceptación inicial en el magisterio. Tuvieron que pasar 25 años para que esto se diese, por influjo de nuevas generaciones de docentes que salían de las universidades donde la formación marxista era casi obligatoria. Fueron surgiendo nuevas fuerzas políticas: en la Universidad Nacional de Educación «La Cantuta» (el Partido Comunista moscovita) y en sectores radicalizados de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (“comunistas chinos” o “maoístas”). Las nuevas fuerzas –con un definido enfoque marxista y autodenominado “clasista”- se hicieron sentir, cuando se comenzó a transitar de la organización asociativa o mutual a la organización sindical clasista (2).
15. Insistimos en destacar la importancia que adquiere el haber estudiado en una misma institución. Esta situación y el uso creciente de medios de comunicación (cartas y teléfono) generaron condiciones materiales para que el gremio fuese adquiriendo con mayor nitidez su rasgo de nacional. Los maestros se fueron considerando colectividad de alcance nacional
16. En 1956, la ANPEP se convertiría en Sindicato de Profesores de Educación Primaria (SINPEP); en 1964, la ANPES se transformaría en SINPES y así sucesivamente. En realidad, se estaba dando el tránsito del sindicalismo libre al sindicalismo clasista, con la hegemonía de los seguidores del denominado “PC moscovita”.
17. La lucha política por el control de las organizaciones magisteriales fue clara a fines de la década de 1960. Apristas y comunistas pugnaron en este campo, para lo cual se dio muerte a la ANPEP y se creó la Federación Nacional de Educación Primaria (FENEP) en doble versión (aprista y comunista). Mientras tanto la nueva izquierda (“los chinos” o “maoístas”) avanzaba, a tal punto que en 1967 crean la “Coordinadora Magisterial de Unidad y Lucha” (COMUL), que permitió desencadenar una oleada de huelgas nacionales del magisterio nacional de todos los niveles y modalidades.
18. Importa destacar el nacimiento de los pliegos de reclamos y las plataformas de lucha, como creación colectiva y de consulta. Al hacerse con participación de las bases organizadas, se permitió que creciese la conciencia y práctica de construir la propia identidad laboral y de condiciones de trabajo. Mediante la elaboración de estos documentos, el magisterio peruano perfilaba lo que quería ser laboralmente y avanzaba en su proceso de individuación, y de considerarse sujeto y actor social.
19. El auge del COMUL le permitió convocar a 320 delegados a un Congreso magisterial en el Cusco. El 6 de julio de 1972 se crea el Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP). Las fuerzas apristas y moscovitas fueron superadas por tendencias de mayor radicalidad. Posteriormente –por razones legales- la palabra “único” (del SUTEP) fue cambiada por “unitario”. En El SUTEP confluyeron maestros de los diversos niveles o especialidades de la educación básica; sin embargo, importa advertir que antes del SUTEP la iniciativa gremial la tenían los docentes de educación primaria, pero con su nacimiento el liderazgo y el activismo recayó en los de educación secundaria.
20. La nueva forma de agremiación traía algunos elementos importantes: (1) Se asumía formalmente la organización sindical; (2) Se hacía opción explícita a un enfoque clasista de sindicato; el SUTEP nace con el lema de “Por una línea sindical clasista”; (3) Se consideraba a los maestros como trabajadores; (4) Los gremios de diversos niveles educativos se organizaban en un solo sindicato; (5) Se generó el hábito de diseñar colectiva y anualmente un “Pliego de Reclamos” y una “Plataforma de lucha”; (6) Los maestros asumían como suyas las formas de lucha de la clase trabajadora.
21. La autoidentificación de los maestros como “trabajadores” no fue fácil. No era solamente una cuestión de nombre, sino de pertenencia a la “clase trabajadora” y esto generó inicialmente el uso de los métodos de lucha del sindicalismo obrero y posteriormente el ingreso del SUTEP a la CGTP (1981).
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