viernes, 26 de marzo de 2010

ARTICULOS DE ASOCIADOS

Arte y transformación social. El teatro del oprimido.
Por Martha Llanos Zuloaga, PhD*


“El Ser se vuelve humano cuando descubre el teatro".
“Todo ser Humano es Teatro! A.Boal

El tema del Arte ocupa un lugar relevante en el calendario mundial de celebraciones de esta semana. El día 20 de marzo ha sido indicado como el día mundial de la narración oral, y el 27 de marzo día mundial del teatro. Estas celebraciones nos permiten reflexionar sobre las perspectivas del arte en el campo de la educación y la transformación social.

Es a través del arte que tenemos la representación simbólica de los rasgos espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a una sociedad o a un grupo social, su modo de vida, su sistema de valores, sus tradiciones y creencias. El arte, como un lenguaje que permite la dinámica de los sentidos, transmite significados que tienen un valor más allá del uso de la palabra o de los lenguajes de discurso, la fuerza de la danza, la fuerza de la música y el teatro como lenguajes mucho más unificadores que la palabra.

Es el arte el que hace posible re humanizar a las personas, sensibilizarlas con la integración de todos los sentidos como herramientas de expresión y de comunicación. Es así que la renovación, innovación e imaginación junto con un desarrollo crítico permite enfocar el arte como una herramienta social y política.

Hemos aprendido con Paulo Freire a rechazar la segregación cultural en la educación. Las décadas de lucha para salvar a los oprimidos de la ignorancia sobre ellos mismos nos enseñaron que una educación libertaria tendrá éxito sólo cuando los participantes en el proceso educativo sean capaces de identificar su ego cultural y se enorgullezcan de él. La función del arte en la formación de la imagen de la identidad le otorga un papel especial.

El arte es un lenguaje único para desarrollar la empatía, apoya también en la construcción de la solidaridad. Como indicara Dan Barón Presidente de la Asociación Mundial de Arte “el arte es mucho más que visualizar el pasado, el presente y el futuro, el arte tiene esa capacidad de crear intimidad y empatía y con esto es posible entender al otro, es posible arriesgar y crear lo nuevo”.
*Directora Relaciones Internacionales. Arte y Educación Popular. Foro Red Paulo Freire.Peru

Según Willy Pinto Director del Teatro Maguey indica “…aprender, es una forma de recordar, y recordar como plantea Eduardo Galeano, viene de re – cordis, volver a pasar por el corazón: Entonces, en un mundo cada vez más escindido y fragmentario, aprender y enseñar, debería ser en primer lugar reintegrar la conexión entre el cuerpo, la cabeza y el corazón. Un proceso compartido de creación e intercambio, una experiencia liberadora que permita a las personas involucradas recuperar y construir su condición de individuos, y de llegar a la construcción colectiva.”

Es así que bajo esta perspectiva en esta ocasión quisiera hacer un tributo a la memoria de Augusto Boal, fallecido en Mayo del año pasado y creador del Teatro del oprimido, Boal a lo largo de 4 décadas dedicados al teatro nos dice: Cada ser humano es capaz de actuar: para sobrevivir, necesariamente tenemos que producir acciones y observar esas acciones y sus efectos sobre el mundo exterior. Ser Humano significa ser Teatro: la coexistencia del actor y el espectador en el mismo individuo.

El Teatro del Oprimido ofrece a cada uno el método estético para analizar su pasado, en el contexto de su presente, y para poder inventar su futuro, sin esperar por él. El Teatro del Oprimido ayuda a los seres humanos a recuperar un lenguaje que ya poseen - aprendemos como vivir en la sociedad jugando al teatro. Aprendemos como sentir, sintiendo; como pensar, pensando; como actuar, actuando.

La premisa básica del Teatro del Oprimido es que todas las relaciones humanas debiesen ser de un tipo dialógico: entre hombres y mujeres, entre razas, familias, grupos y naciones, el diálogo debiese siempre prevalecer. En realidad, todos los diálogos tienen la tendencia de transformarse en monólogos, los cuales crean la relación opresores-oprimidos. Reconociendo esta realidad, el principio fundamental del Teatro del Oprimido es el de ayudar a restaurar el diálogo entre los seres humanos. El Teatro del Oprimido es un ensayo para la realidad.

Paulo Freire decía “… Sueño con una sociedad reinventándose de abajo hacia arriba, donde todos tengan derecho a opinar y no apenas el deber de escuchar. Este es un sueño históricamente viable, pero demanda que la gente anteayer hubiese descruzado sus brazos para reinventar esa sociedad”.

Según Boal, en el Teatro del oprimido se vive un proceso de pensar y construir juntos en una forma dinámica, que a diferencia de otras experiencias teatrales fomenta y fortalece la creatividad del “espectador” para convertirlo en un “espect-actor”, encontrándose la propia sorpresa del descubrimiento y las propuestas que genera el público. El espect-actor permite ahondar en el material rico de diversos contextos, idiosincrasia histórica, cultural y social. Los espectadores intervienen en un contexto para cambiar el rol del protagonista. Al entrar en el escenario cuestionan con su actuar una realidad representada y proponen a partir de su interpretación alternativas diferentes en el actuar. Hacen ejercicios de cambio de realidades sociales a través de sus intervenciones en la escena teatral. Se trata de transformar al pueblo, "espectador", ser pasivo en el fenómeno teatral, en sujeto, en actor, en transformador de la acción dramática.

En este tipo de experiencias se representa el mundo para que sea transformado, y el teatro brinda esa posibilidad, como un espejo que muestra virtudes y defectos, y en el que se puede ahondar. A este tipo de teatro lo llamo Boal “Foro” porque brinda la posibilidad de usar el debate dentro de la obra. El teatro-foro es la forma más difundida del teatro del oprimido y nace en el Perú en los inicios del año 70 cuando Paulo Freire y Augusto Boal estuvieron en Perú apoyando la campana de Alfabetización durante la Reforma Educativa del Perú.

Las enseñanzas de Boal causaron mucha controversia, y él fue marcado un activista cultural – que la década de los 60 los golpes militares brasileños vieron como una amenaza. En 1971, a poco de que su primer libro del Teatro del Oprimido fue publicado, Boal fue arrestado, atormentado, y exiliado. De sus recuerdos de la época de creación del Teatro del Oprimido en Brazil Augusto Boal indica “…me acuerdo que en el escenario salíamos a actuar con pánico, no sabíamos quien estaba del otro lado. En medio de ese clima, la única posibilidad era crear alguna alternativa. Pero ¿qué queríamos salvar? ¿A la gente? ¿Al teatro? Lo que queríamos, en principio, era llegar a la gente través del teatro.”

Ilse Schimpf-Herken del Instituto Paulo Freire de Berlin, Alemania nos reitera que el Teatro Foro ofrece la posibilidad de elaborar temas de realidades difíciles, reproducirlas en el escenario, cambiar las relaciones de poder y los conflictos a partir del cambio de roles de los espect-actors. Permite que las personas articulen problemas sociales (violación de los derechos humanos, violencia intrafamiliar marginación y cualquier tema pertinente de la vida real en roles específicos). A través de la intervención de un "espect-actor" en el teatro-foro se produce una interpretación diferente, se cambian las constelaciones de poder y todos los actores tienen que confrontarse/adaptarse a la nueva situación.

El mensaje del día del teatro en 2009 estuvo a cargo de Augusto Boal quien al poco tiempo falleciera fue su último mensaje y entre sus aportes nos expresa la ética del teatro cuando refiere:”…Veinte años atrás, yo dirigí Fedra de Racine, en Río de Janeiro. El escenario era pobre: en el suelo, pieles de vaca, alrededor, bambúes. Antes de comenzar el espectáculo, les decía a mis actores: “Ahora acaba la ficción que hacemos en el día a día. Cuando crucemos esos bambúes, allá en el escenario, ninguno de vosotros tiene el derecho de mentir. El Teatro es la Verdad Escondida.”

El mensaje mundial por el día del Teatro 2010 le corresponde a la actriz-dama británica Judi Dench, ganadora de Oscar y Globo de Oro, ella en su mensaje comenta:

El Día Mundial del Teatro es una oportunidad para celebrar el teatro en todas sus formas. El teatro es una fuente de entretenimiento e inspiración con la habilidad de unificar las diversas culturas y gentes que existen en el mundo. Pero el teatro es más que eso, además provee oportunidades de educar e informar.
El teatro se realiza en todo el mundo, y no siempre en el edificio de un teatro tradicional. Las representaciones pueden ocurrir en una pequeña aldea en África, junto a una montaña en Armenia, en una diminuta isla en el Pacífico. Todo lo que necesita es espacio y una audiencia.
El teatro tiene la habilidad de hacernos sonreír, de hacernos reír, pero también tendría que hacernos pensar y reflexionar.
El teatro se produce a través de trabajo en equipo. Los actores son la gente que se ve, pero hay una sorprendente cantidad de personas que no se ven.


Quisiera también expresar un reconocimiento especial al arte del teatro en Perú, este también tiene un especial momento de grandes fuerzas en la década de los 70 en el Perú y recientemente he participado en un extraordinario primer Laboratorio abierto. Encuentro Pedagógico organizado por Yuyaskani, reconocido grupo de teatro que en nuestro medio lleva 40 años de vida. Participar en este laboratorio nos ha enriquecido y motivado un mayor aprecio para el arte del teatro, para la compresión de la dinámica del proceso de creación teatral, para el descubrimiento de las posibilidades de intervención en la historia, de condicionar reflexiones sobre el tema de identidad, de valoración de nuestras raíces, de vernos como nos impacta la vida y la muerte, como entendemos los silencios y como se encuentran los actores y actrices en un permanente proceso de enseñanza-aprendizaje y de acción-reflexión-acción personal y colectiva.

El seguimiento de la ruta creativa de personajes, rituales, fiestas y celebraciones sagradas, acercarnos a un mundo pleno de símbolos y metáforas nos facilito compartir y analizar el recorrido en la vida de los personajes, obras, actores, director, contextos sociales, políticos, personales, técnicas, vivencias y experiencias en la creación de las obras que a lo largo de estos años han compartido con audiencias peruanas e internacionales.

Este Laboratorio constituye una expresión más de la responsabilidad social de Yuyaskani, un grupo que cree y practica la creación colectiva, que valora los aportes de todos y cada uno de los participantes y nos lleva como audiencia a enriquecer nuestra reflexión y acción sobre temas de identidad cultural, sobre las perspectivas del teatro, de la danza, la música las artes en general, de las proyecciones en temas de derechos humanos, genero, encuentros intergeneracionales y de cuestionamientos esenciales de desarrollo humano y social.

Como corolario de este aporte al día mundial del Teatro reitero el pensamiento de Augusto y Julián Boal:
Actores somos todos nosotros, el ciudadano no es aquel que vive en sociedad: es aquel que la transforma! Y el teatro no es sólo un momento de contemplación, también es una práctica social.

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