TRIBUNA ABIERTA

¿Será una quimera la educación vial?
Por Federico Battifora – La Primera

Son numerosos los desafíos de la vía pública, la vía de todos. Por consiguiente, la Educación vial debe constituirse en una herramienta esencial para que la sociedad pueda progresar hacia los humanos ideales de convivencia, de respeto mutuo y de auténtica justicia social, por las graves consecuencias que su carencia genera en la comunidad. La función esencial de la Educación vial es proyectar la evolución de la “vialidad segura” que debe ser permanente y sostenible para que el individuo y la colectividad, tengan una vía de acceso que sirva para humanizar el tránsito y el transporte, convirtiéndolo en más armonioso y amigable y, sobre todo, más auténtico, con la visión de lograr retroceder la pobreza y la exclusión.

En una sociedad en que las políticas de Educación vial son objeto de críticas o, lo peor, son relegadas o simplemente no existen, sea por razones económicas o financieras, quedando siempre relegadas a la última categoría de prioridades de la patria. Quizá no sea necesario recalcarlo, pero siempre debemos pensar, ante todo, en los niños, los adolescentes y los jóvenes, en aquellos que el día de mañana tomarán la posta de las generaciones adultas. Entonces es por la juventud que hoy deberíamos exigir que la Educación vial se integre en las currículas educativas de los diferentes niveles de formación, sean estos básico, técnico y superior, colocándola en el lugar que le corresponde en todo el sistema educativo. También debemos recordar permanentemente a las autoridades de turno, este deber fundamental para que se incluya en las decisiones de carácter político. Como escribió una vez un poeta, el niño representa el futuro del hombre. Hasta mañana.