TRIBUNA ABIERTA

Sin agenda para el 2010

César Acuña – El Comercio

Maestro es García Pérez en el arte de la distracción y la confusión. Cual pupilo de Sun Tzu, ha aprovechado el amplio alcance concedido por la emisora radial más importante del país, para dejar a políticos y analistas dando vueltas en trompo, sobre inútiles reflexiones y declaraciones. Ha servido en la mesa política apetitosos bocadillos que generan dimes y diretes, pero que poco aportan para evaluar la situación actual del país. Y es que antes de que se le pueda enrostrar lo poco que ha hecho en importantes sectores, ha preferido meter candela en la esquina de su callejón.
Es necesario recordar que el pasado año, el Gobierno ha seguido perdiendo terreno ante el Sutep por la ineficiencia con la que se ha llevado el proceso de selección de docentes. Este año será muy difícil recuperar la confianza de maestros que se han sentido estafados por exámenes amañados y cómputos inexactos. El futuro del Perú exige una formación educativa de calidad, recordemos que estamos en los últimos lugares del mundo en desempeño escolar.
Por su parte, la municipalización de la educación es una de las más grandes reformas que se pueden hacer en el sector; y así lo reconocemos quienes sostenemos la importancia del proceso de descentralización, no como este gobierno aprista, que aprieta y ahoga a los gobiernos locales, negándoles la posibilidad de ser los agentes de desarrollo social que millones de peruanos han elegido democráticamente. La municipalización es fundamental para evitar el alto grado de deserción escolar. No podemos aceptar que la mayor parte de la población de la sierra y selva abandone la escuela en segundo y quinto grado mayormente. Realizar esta reforma es determinante para garantizar una educación básica completa.
El Gobierno debe ocuparse en desarrollar las capacidades necesarias en los alcaldes para que puedan asumir sus funciones y enfrentar este reto. Nada se ha hecho hasta ahora.
Por suerte en el 2009 pudimos capear la crisis financiera internacional. Más que por hábiles manejos de timonel, por el blindaje con el que cuenta el país en materia de reservas. Hemos caído del crecimiento sostenido de 8% a 0%, y no esperamos que este se recupere fácilmente; recordemos que en el 2010 no se contará con la misma inversión extranjera de años atrás (los países golpeados por la crisis tendrán que recuperar sus pérdidas rápidamente y la tasa de interés en el Perú no les resulta atractiva). El proceso de recuperación internacional ya afecta la distribución de capitales a los gobiernos subnacionales. El Gobierno es consciente de esto y por eso ha elaborado el Presupuesto General de la República, con la finalidad de administrar la plata en un período electoral.
Los maestros del disfraz y del engaño desarrollan sus “artes” para que ciertas operaciones dudosas pasen por agua tibia ante la opinión pública. Es evidente que en lo que dure este Gobierno no se conocerá el contenido de los “petroaudios” y la excesiva lentitud en el proceso de investigación hace pensar que se están encubriendo posibles escándalos al más alto nivel. Lo mismo sucede en el caso de la interceptación telefónica (BTR), se fue el 2009 y aquí no pasó nada. Ahora, bien o mal —o peor aun—, la mala imagen ganada por el Congreso, que apenas cuenta con 7% de aprobación, ha servido para que el presidente lo golpee como si fuera el más chiquito del salón, lo que le ha permitido invertir la tendencia descendente de la aprobación de su gestión.
Es hora de olvidar por un momento el calor de la hoguera electoral, salir del callejón en el que nos ha metido el jefe del Estado y revisar a conciencia la actual situación del país y su rumbo para este nuevo año.