TRIBUNA ABIERTA

Los “elegidos” del gobierno
Otra Mirada

A inicios de este año el Presidente Alan García anunció la creación del Colegio Mayor Secundario Presidente del Perú que albergaría a los mejores alumnos de los 47 colegios más emblemáticos del país¹.

La intención, según el Presidente García, es que los 500 mejores alumnos de secundaria estudien en este Colegio Mayor desde tercero de secundaria. Ahí dispondrán de dormitorios, instalaciones deportivas de calidad, etc.

Sin embargo, el problema está en que todo proyecto educativo que provenga del Estado debe causar un impacto positivo en el sistema educativo en su conjunto. Por ello este proyecto resulta inconveniente en tanto no forma parte de ninguna política general de educación. Recordemos que el gobierno de Alan García asumió como política oficial el Proyecto Educativo Nacional (PEN) hace 3 años y medio, pero hasta ahora no ha dado indicios de querer desarrollarlo.

Por otro lado, como comenta León Trahtemberg², la Resolución que crea esta institución y delega al Ministerio de Educación su organización y funcionamiento, no detalla cómo va a funcionar esta escuela, ¿cuál será el régimen laboral de los docentes?, ¿cuál será el presupuesto?, ¿cuál será el reglamento?, ¿el currículo?, etc. Si a ello le añadimos que según Ley no se permite que los colegios seleccionen o discriminen con evaluaciones el ingreso de los estudiantes, las interrogantes no cesan sino aumentan. ¿Habrá una ley especial para este Colegio Mayor?

Pero además existe un problema sobre la inequidad entre los postulantes a este Colegio Mayor, pues para definir cuáles son los mejores alumnos surge un círculo vicioso ya que quienes acceden a educación de mayor calidad tienen mayores posibilidades que aquellos que acceden a educación de calidad deplorable. ¿Acaso no aprobarán cualquier examen solo aquellos que acceden en la actualidad a educación de calidad? No es deber del Estado educar a 500 alumnos, sino brindar educación de calidad a los 7 millones de peruanos en edad escolar.

Por otro lado, hay criterios desde la psicopedagogía contrarios a la separación de los más talentosos, que contribuyen al debate sobre la elitización de talentos. En ese sentido, la docente del departamento de psicología de la PUCP, Susana Frisancho, escribe en su blog lo siguiente: “La mejor manera de aprender, se sabe ya hace tiempo, es dentro de un ambiente de diversidad en el que los alumnos que saben más estimulen a los que saben menos y estos últimos, con sus preguntas y dudas, sirvan de motor a los que saben más para cuestionar sus creencias y organizar mejor sus conocimientos, a fin de trasmitirlos a aquellos en desventaja”³. En este Colegio Mayor se apuesta por la segregación de los estudiantes talentosos, en lugar de permitirles interactuar con los demás y enseñarles a ser, como afirma Frisancho, solidarios con los otros.

En realidad, se trata de otra medida gubernamental producto de la necesidad de elevar la popularidad del Presidente García. No se trata pues, de una iniciativa que busque mejorar la calidad del sector educativo para lo cual se necesita, repetimos, una reforma de conjunto y no una serie de medidas aisladas cuyo impacto antes que positivo es inmediato. La educación en nuestro país no está para medidas antojadizas.