ARTICULOS DE ASOCIADOS
C. T. A.: un reto educativo
Por Idel Vexler
Publicado el 07/09/2009 en Correo
Tradicionalmente, en la Educación Secundaria se enseñaban las asignaturas de Física, Química y Biología de manera separada, sin conexión, y con un enfoque disciplinario e instruccional, siguiendo el ineludible desarrollo lógico de cada una de ellas.
Las Facultades de Educación persisten aún en la formación profesional inicial de los maestros de Ciencias Naturales de acuerdo con este enfoque, lo cual no contribuye al desarrollo de una adecuada enseñanza integrada del área de Ciencia y Ambiente en Inicial y Primaria, así como del área de CTA (Ciencia, Tecnología y Ambiente) en el nivel secundario.
En 1999, la Declaración de Santo Domingo: La ciencia para el siglo XXI (UNESCO-OEI) señaló lo siguiente: el objetivo central es construir una cultura científica transdisciplinaria mediante las ciencias exactas, naturales, humanas y sociales. Y que para tal efecto era necesario fomentar el entendimiento de la ciencia y la tecnología vinculadas a la vida cotidiana desde la educación inicial.
Por ello, tiene sentido que el Diseño Curricular Nacional de la Educación Básica Regular-2009 considere como uno de sus propósitos educativos "el desarrollo de la cultura científica y tecnológica para comprender y actuar en el mundo; asimismo, comprender el medio natural y su diversidad, el desarrollo de una conciencia ambiental y el uso racional de los recursos naturales, en el marco de una moderna ciudadanía".
Así, el Área de CTA durante los cinco años de secundaria considera, de menor a mayor complejidad, competencias que incluyen capacidades mentales y motrices, conocimientos, actitudes para conocer, comprender y valorar el mundo físico y viviente, los procesos tecnológicos, el ambiente saludable y la conservación de la salud, en una perspectiva de desarrollo humano y sostenible.
Naturalmente que la enseñanza articulada de esta área curricular permite desarrollar con más consistencia la observación, la curiosidad, la exploración, la clasificación, la medición, la formulación de hipótesis, la experimentación y la inferencia de conclusiones.
Por todo lo señalado, es un reto educativo que los estudiantes aprendan CTA, con la orientación de profesores capacitados y actualizados, mediante un enfoque curricular y metodológico que sea holístico y moderno, en la perspectiva de una formación significativa e integral para coadyuvar a mejorar la calidad de vida.
Por Idel Vexler
Publicado el 07/09/2009 en Correo
Tradicionalmente, en la Educación Secundaria se enseñaban las asignaturas de Física, Química y Biología de manera separada, sin conexión, y con un enfoque disciplinario e instruccional, siguiendo el ineludible desarrollo lógico de cada una de ellas.
Las Facultades de Educación persisten aún en la formación profesional inicial de los maestros de Ciencias Naturales de acuerdo con este enfoque, lo cual no contribuye al desarrollo de una adecuada enseñanza integrada del área de Ciencia y Ambiente en Inicial y Primaria, así como del área de CTA (Ciencia, Tecnología y Ambiente) en el nivel secundario.
En 1999, la Declaración de Santo Domingo: La ciencia para el siglo XXI (UNESCO-OEI) señaló lo siguiente: el objetivo central es construir una cultura científica transdisciplinaria mediante las ciencias exactas, naturales, humanas y sociales. Y que para tal efecto era necesario fomentar el entendimiento de la ciencia y la tecnología vinculadas a la vida cotidiana desde la educación inicial.
Por ello, tiene sentido que el Diseño Curricular Nacional de la Educación Básica Regular-2009 considere como uno de sus propósitos educativos "el desarrollo de la cultura científica y tecnológica para comprender y actuar en el mundo; asimismo, comprender el medio natural y su diversidad, el desarrollo de una conciencia ambiental y el uso racional de los recursos naturales, en el marco de una moderna ciudadanía".
Así, el Área de CTA durante los cinco años de secundaria considera, de menor a mayor complejidad, competencias que incluyen capacidades mentales y motrices, conocimientos, actitudes para conocer, comprender y valorar el mundo físico y viviente, los procesos tecnológicos, el ambiente saludable y la conservación de la salud, en una perspectiva de desarrollo humano y sostenible.
Naturalmente que la enseñanza articulada de esta área curricular permite desarrollar con más consistencia la observación, la curiosidad, la exploración, la clasificación, la medición, la formulación de hipótesis, la experimentación y la inferencia de conclusiones.
Por todo lo señalado, es un reto educativo que los estudiantes aprendan CTA, con la orientación de profesores capacitados y actualizados, mediante un enfoque curricular y metodológico que sea holístico y moderno, en la perspectiva de una formación significativa e integral para coadyuvar a mejorar la calidad de vida.
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