ARTÍCULOS DE ASOCIADOS
"Entender a los indecisos"
Por León Trahtemberg:
Publicado en Correo
Ante gran cantidad de heridos y escasez de recursos, en emergencias los médicos deben resolver ¿a quién salvar? (triaje). Ante una mujer que dará a luz un bebé, sabiendo que uno de los dos morirá, ¿A quién salva el médico, manteniendo su corazón en paz? Algo parecido me preocupará sobre mi voto hasta el 5 de junio.
Como educador, no puedo juzgar a Keiko u Ollanta por sus padres o familiares.
A Ollanta lo he entrevistado en RPP varias veces. Me cae bien. Es receptivo, empático, cordial, amistoso. Ha ido madurando políticamente. Me gusta su énfasis en lo social. Lo que no me gusta es que su plan de gobierno, en los aspectos conflictivos, es contestado con evasivas o sin concordancia con lo escrito en su plan; además, que sus diferentes voceros tienen sus propios libretos. Tampoco me gusta la reciente mezcolanza de técnicos y asesores, las arriesgadas y desfinanciadas propuestas económicas, y su incapacidad de expresar claramente "lo que me diferenciaría de Hugo Chávez es A, B, C, D, E…".
A Keiko nunca me tocó entrevistarla en RPP. La veo estudiosa, calculadora, mesurada pero distante. Sus planteamientos de gobierno resisten bien la confrontación de los expertos y es coherente con lo que está escrito en su plan.
Sus técnicos y voceros principales me parecen inteligentes y serios en los temas económicos. Lo que no me gusta es su tesis de que recién se enteró sobre Montesinos en 1999 ni su libreto de que "Alberto era el bueno y Vladimiro el malo".
Eso pone en duda su capacidad de diferenciar sustancialmente su estilo de gobierno del de su padre y frenar los impulsos autoritarios de todo gobernante, contaminando su promesa de libertad y democracia.
El voto en blanco o viciado permite dejar que sólo elijan los convencidos, pero en ciertos casos puede terminar convirtiéndonos en cómplices de un futuro sombrío.
Conozco gente valiosa y confiable en ambos lados. Conozco también a los opuestos, ya sea por su fanatismo o sus limitaciones intelectuales, académicas o éticas. ¿Cómo votar? Creo que muchos seguiremos observando, deliberando e indecisos hasta el 5 de junio.
Por León Trahtemberg:
Publicado en Correo
Ante gran cantidad de heridos y escasez de recursos, en emergencias los médicos deben resolver ¿a quién salvar? (triaje). Ante una mujer que dará a luz un bebé, sabiendo que uno de los dos morirá, ¿A quién salva el médico, manteniendo su corazón en paz? Algo parecido me preocupará sobre mi voto hasta el 5 de junio.
Como educador, no puedo juzgar a Keiko u Ollanta por sus padres o familiares.
A Ollanta lo he entrevistado en RPP varias veces. Me cae bien. Es receptivo, empático, cordial, amistoso. Ha ido madurando políticamente. Me gusta su énfasis en lo social. Lo que no me gusta es que su plan de gobierno, en los aspectos conflictivos, es contestado con evasivas o sin concordancia con lo escrito en su plan; además, que sus diferentes voceros tienen sus propios libretos. Tampoco me gusta la reciente mezcolanza de técnicos y asesores, las arriesgadas y desfinanciadas propuestas económicas, y su incapacidad de expresar claramente "lo que me diferenciaría de Hugo Chávez es A, B, C, D, E…".
A Keiko nunca me tocó entrevistarla en RPP. La veo estudiosa, calculadora, mesurada pero distante. Sus planteamientos de gobierno resisten bien la confrontación de los expertos y es coherente con lo que está escrito en su plan.
Sus técnicos y voceros principales me parecen inteligentes y serios en los temas económicos. Lo que no me gusta es su tesis de que recién se enteró sobre Montesinos en 1999 ni su libreto de que "Alberto era el bueno y Vladimiro el malo".
Eso pone en duda su capacidad de diferenciar sustancialmente su estilo de gobierno del de su padre y frenar los impulsos autoritarios de todo gobernante, contaminando su promesa de libertad y democracia.
El voto en blanco o viciado permite dejar que sólo elijan los convencidos, pero en ciertos casos puede terminar convirtiéndonos en cómplices de un futuro sombrío.
Conozco gente valiosa y confiable en ambos lados. Conozco también a los opuestos, ya sea por su fanatismo o sus limitaciones intelectuales, académicas o éticas. ¿Cómo votar? Creo que muchos seguiremos observando, deliberando e indecisos hasta el 5 de junio.
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