TRIBUNA ABIERTA
Una reforma histórica
Editorial – El Peruano
El crecimiento económico productivo alcanzado por el Perú en los últimos años y la expansión de su comercio exterior van de la mano del avance cualitativo que experimenta la educación con un nuevo magisterio, integrado por maestros que han asumido el compromiso histórico de la capacitación permanente en busca de la excelencia académica.
Bien lo subraya el presidente de la República, Alan García Pérez, al señalar que la reforma educativa está en marcha y que el objetivo mayor de este salto histórico es “el cambio del alma nacional”.
El progreso económico y social de una nación no puede estar completo sin una educación de primera línea. La excelencia en la enseñanza primaria, media y superior constituye la gran fuerza para impulsar la eficiencia y competitividad de las nuevas generaciones de peruanos que tienen que asumir, en plazos muy breves, la conducción de los destinos del país.
Al anunciar la entrega gratuita de 16 millones de textos escolares para este año, el Jefe del Estado puso de relieve el papel protagónico asumido por miles de maestros peruanos que aceptaron el reto del mérito y la competitividad, para capacitarse y participar de los procesos de evaluación emprendidos por el Ministerio de Educación.
Recordó que hace un año se hizo el primer examen y apenas el 4 por ciento superó la nota 14. Un año después, el 40 por ciento logró superar esa calificación, lo cual demuestra que hubo esfuerzo y compromiso por parte de los docentes.
Como segundo paso, se introdujeron cambios fundamentales en los contenidos educativos.
En forma simultánea, el Ejecutivo ha invertido 489 millones 252 mil 921 nuevos soles en material educativo (textos, cuadernos, módulos, laptops y mobiliario) para los niveles inicial, primaria y secundaria.
Ha sido un paso fundamental el inicio de la entrega de computadoras a los colegios públicos, en especial a los unidocentes ubicados en las zonas de más difícil acceso del país.
En materia de infraestructura se invirtió más de 700 millones de nuevos soles durante los últimos tres años para el mantenimiento de 180 mil aulas y está en marcha la remodelación de los colegios emblemáticos de cada región y provincia.
En esa misma línea, el Dignatario también ha planteado la necesidad de que cada departamento tenga su Colegio Mayor para los mejores alumnos de la región, como el que se ha creado en Lima.
Una reforma educativa profunda y cualitativa requiere, ciertamente, de un sólido y sostenido soporte económico, pero sus objetivos van más allá de lo material y de la infraestructura; se trata de transformar la conciencia individual y colectiva de los peruanos y de optimizar al máximo sus capacidades. El Perú ya está dando ese salto histórico.
Editorial – El Peruano
El crecimiento económico productivo alcanzado por el Perú en los últimos años y la expansión de su comercio exterior van de la mano del avance cualitativo que experimenta la educación con un nuevo magisterio, integrado por maestros que han asumido el compromiso histórico de la capacitación permanente en busca de la excelencia académica.
Bien lo subraya el presidente de la República, Alan García Pérez, al señalar que la reforma educativa está en marcha y que el objetivo mayor de este salto histórico es “el cambio del alma nacional”.
El progreso económico y social de una nación no puede estar completo sin una educación de primera línea. La excelencia en la enseñanza primaria, media y superior constituye la gran fuerza para impulsar la eficiencia y competitividad de las nuevas generaciones de peruanos que tienen que asumir, en plazos muy breves, la conducción de los destinos del país.
Al anunciar la entrega gratuita de 16 millones de textos escolares para este año, el Jefe del Estado puso de relieve el papel protagónico asumido por miles de maestros peruanos que aceptaron el reto del mérito y la competitividad, para capacitarse y participar de los procesos de evaluación emprendidos por el Ministerio de Educación.
Recordó que hace un año se hizo el primer examen y apenas el 4 por ciento superó la nota 14. Un año después, el 40 por ciento logró superar esa calificación, lo cual demuestra que hubo esfuerzo y compromiso por parte de los docentes.
Como segundo paso, se introdujeron cambios fundamentales en los contenidos educativos.
En forma simultánea, el Ejecutivo ha invertido 489 millones 252 mil 921 nuevos soles en material educativo (textos, cuadernos, módulos, laptops y mobiliario) para los niveles inicial, primaria y secundaria.
Ha sido un paso fundamental el inicio de la entrega de computadoras a los colegios públicos, en especial a los unidocentes ubicados en las zonas de más difícil acceso del país.
En materia de infraestructura se invirtió más de 700 millones de nuevos soles durante los últimos tres años para el mantenimiento de 180 mil aulas y está en marcha la remodelación de los colegios emblemáticos de cada región y provincia.
En esa misma línea, el Dignatario también ha planteado la necesidad de que cada departamento tenga su Colegio Mayor para los mejores alumnos de la región, como el que se ha creado en Lima.
Una reforma educativa profunda y cualitativa requiere, ciertamente, de un sólido y sostenido soporte económico, pero sus objetivos van más allá de lo material y de la infraestructura; se trata de transformar la conciencia individual y colectiva de los peruanos y de optimizar al máximo sus capacidades. El Perú ya está dando ese salto histórico.
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