ARTÍCULOS DE ASOCIADOS
Educar para la salud
Por: Idel Vexler
Publicado el 15/08/2009 en La República
A raíz de la pandemia de la gripe AH1N1 se viene desarrollando en comunidades y escuelas una campaña preventiva mediante la difusión de los síntomas, que son indicadores de alerta cuando una persona podría estar infectada con este mal. Igualmente se destaca la importancia de mantener la higiene y desinfección de locales escolares y otros espacios sociales. Las recomendaciones técnico profesionales para este proceso formativo han sido coordinadas por los Ministerios de Salud y Educación.
Esta movilización hay que intensificarla con participación de todos. Pero la educación para conservar la salud no debe darse solamente cuando se presenta una epidemia o pandemia. Es, más bien, una tarea permanente y sostenida que se debe desarrollar en los ámbitos nacional, regional y local, así como en los hogares y otros espacios. En las escuelas se programa y ejecuta con actividades de aprendizaje del currículo.
Los niños y adolescentes deben aprender que para preservar la salud es necesario, por ejemplo: tener una adecuada nutrición, realizar ejercicios físicos y deportes, mantener la higiene del cuerpo y del ambiente, descansar lo suficiente, así como llevar un régimen equilibrado de trabajo, estudio y recreación.
La UNESCO sostiene sobre Políticas en Salud Escolar que los centros educativos deben diseñarlas y ejecutarlas para proteger y servir a los estudiantes y demás miembros de la comunidad educativa. Y considera que se debe promover un entorno escolar saludable que se caracterice por promover con el ejemplo las buenas prácticas para una vida sana.
Ya en 1983, la Organización Mundial de la Salud definió a la educación para la salud como la combinación de actividades educativas que conduzcan a una situación en la que la persona desee estar sana, sepa cómo alcanzarla, haga lo que pueda para mantenerla, así como busque ayuda cuando la necesite. Frente a lo señalado, el Diseño Curricular Nacional de la EBR 2009 asume como uno de sus propósitos educativos el desarrollo corporal y la conservación de la salud física y mental, lo que implica que los alumnos conozcan básicamente la anatomía, el funcionamiento y cuidado del organismo y, desde luego, logren capacidades y actitudes personales y sociales en el marco de una cultura de prevención.
Finalmente, es indispensable valorar y respetar la salud individual y colectiva como eje de nuestra convivencia ciudadana, con una visión orientada al mejoramiento de la calidad de vida.
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