viernes, 28 de mayo de 2010

TRIBUNA ABIERTA

Peligroso "Bullying"
Por: Maritza Noriega
Publicado El Comercio
A Ernesto le decían chato en el colegio. Le pegaban papeles con mensajes ofensivos en la espalda. A veces lo cargaban entre varios y lo deslizaban por una baranda ancha. Le escondían la mochila. Una vez le rompieron la camisa. Todo era un juego, todos se reían. Pero Ernesto no jugaba, aunque a veces también se reía, para demostrar que “tenía correa”.

Ernesto era víctima del “bullying” (hostigamiento a escolares). Ahora es ingeniero, se lleva bien con sus antiguos compañeros de colegio, pero quedó marcado: se volvió inseguro y le cuesta establecer relaciones nuevas. Alguna vez, en su etapa escolar, pensó en suicidarse.

Otros chicos como Ernesto también sufren a causa del “bullying”, pues se sabe que entre el 7% y 10% de escolares limeños son o acosadores o víctimas, según un estudio de la Universidad de San Marcos, dirigido por la psicóloga Lupe García, directora de la Unidad de Posgrado de la Facultad de Psicología.

Lupe García estudia el “bullying” desde hace cinco años y advierte que la edad de inicio ha disminuido tanto que ahora se presenta desde el nido. “Estamos en un entorno en el que la violencia en las relaciones es tan cotidiana que los niños aprenden de eso. En el nido se manifiesta sobre todo con la exclusión (“no te juntes con ella”). El agresor normalmente tiene cierto liderazgo, tiene más juguetes o cosas novedosas, porque el consumo es un elemento de diferenciación”.

El acoso en niños pequeños puede consistir en quitarle la lonchera a un chico o pedirle que traiga algo determinado para comer (“y si no, ya sabes lo que te pasa”). Si el niño amenazado no lleva eso, entonces usan otros recursos y el chico otra vez lleva ese alimento.

Entre adolescentes —refiere Lupe García— las humillaciones son serias. Se ataca la apariencia, hacen concursos y premian al más aburrido o a la más fea. Se obliga a un chico a oler los calzoncillos de otro, a besar sus pies, le pegan, incluso le dicen: “Sé dónde trabaja tu mamá, ten cuidado que algo le podría pasar”. Además, amenazan a los amigos de las víctimas, porque mientras menos soporte emocional tengan, más fácil será doblegarlas.
PROBLEMA SOCIAL
En cuanto a los espectadores —según el estudio de San Marcos—, aunque al principio sienten pena de la víctima, luego se acostumbran a la violencia y se desensibilizan frente al dolor ajeno. Eso significa que el “bullying” es muy peligroso para la sociedad, pues involucra a muchos más que ese 7% o 10% de víctimas y agresores que hay en Lima.
Sin embargo, el viceministro de Educación, Idel Vexler, reconoce que en su cartera “no se hace nada específico por el tema” y que “si se creara un programa “antibullying”, también debería haber otro contra las drogas…” Aclara que en la tutoría y orientación educacional se trata de fortalecer la autoestima de los jóvenes, ya que tanto agresor como agredido necesitan de ello, y que en la tutoría se generan dinámicas de grupos para verbalizar aquello que molesta a los estudiantes.
El hecho es que ya han muerto tres chicos a causa del acoso escolar, en Huánuco, Puente Piedra y Lima; y en muchos países —el más cercano es Chile— el Estado crea programas para frenar este problema (ver más sobre los programas en la página siguiente). No deberíamos esperar. El “bullying” es peligroso y debería preocupar al sector público, al privado y a los padres de familia.
Los maestros
Según la psicóloga Liliana Seperak, consultora de la asociación educativa Educap, muchos profesores no lideran una campaña contra el hostigamiento, porque eso implica más horas de trabajo y someterse a la crítica de sus compañeros, ya que tendrían que trabajar más sin un pago adicional.

“También están los que no saben qué hacer y no tienen liderazgo para mantener la disciplina en el aula, por lo que no intervienen.
Y los que creen que son cosas de chicos y ya pasarán”, afirma.
Por eso es necesario que la dirección del colegio lidere las acciones “antibullying” o que premie el esfuerzo del maestro que lo haga mediante un reconocimiento verbal en alguna actuación del colegio, inscribiéndolo en una capacitación sobre el tema, haciendo un boletín o tríptico que dé a conocer la experiencia etc., comenta Seperak.

2 comentarios:

Rosa 31 de marzo de 2011, 21:36  

saludos cordiales, Dios les bendiga por esta publicacion acabo de leer el tema de BULLYN la verdad me encantaria o mas que eso poder ayudar como tutora en este problema social, sin embargo nunca me dieron la oportunidad pero me gustaria, para poder ayudar de esta manera a aquellas victimas ya que tengo experiencia de haber visto y vivido en carne propia pero sin embargo siempre hice frente a todo saliendo en favor de las victimas y me gane tanta odio y emvidia por parte de colegas de trabajo; soy docente de educacion inicial y a mucha honra y con el favor de Dios sigo adelante contra viento y marea...

Rosa 31 de marzo de 2011, 21:46  

en caso tenga respuesta alguna mi correo es rvc18_90@hotmail.com
mayormente trabaje en la sierra y varias comunidades llevando educacion pre escolar donde no habie ningun centro de educacion inicial durante 16 años como Docente Coordinadora de Programas Especiales de Educaion Inicial...

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